martes, 27 de noviembre de 2012

LA TPM Y LA INFLACIÓN DE 2012 Y 2013.

La mayoría de los augurios económicos para este año no se han cumplido y muchos especialistas se equivocaron. Es por eso que se empieza a trabajar en previsión de un posible sobre calentamiento de la economía y sobre las potenciales presiones inflacionarias. En buena parte estas desviaciones se deben a la tentación de anticipar el futuro describiendo un solo escenario. Como se comprenderá esa no es una equivocación. Es mucho más grave. Es suponer que se sabe por cierto lo que va a ocurrir dentro del próximo año. Desde hace años que pensamos que es necesario que los especialistas si entregan visiones sobre el futuro económico indiquen los escenarios alternativos posibles e indiquen, si lo creen necesario, aquel que consideran más probable. También sería conveniente que los especialistas evaluaran a fines de año lo certero de su anticipación, con lo cual ganarían en seriedad. Finalmente, no son muchas las ciencias sociales en las que se forma a estudiantes para especializarse en diferentes métodos de anticipación. Pero, además, trabajar con los supuestos, teorías, bases y modelos de una sola ciencia social es muy pobre para anticipar los fenómenos económicos que aparecerán en uno o más años.

POR FAVOR MEJORAR LOS PRONÓSTICOS PARA EL 2013.

Hace un año muchos analistas y asesores financieros anticipaban que la recurrente crisis económica internacional podría afectar a nuestra economía, con un PIB que crecería del orden del 4% y por ende recomendaban y presionaban bajar la TPM (tasa de política monetaria) la que efectivamente se bajó al 5%. Al mismo tiempo se anunciaban planes de contingencia. Ese era un escenario posible, pero no el único. Por eso, reclamamos que era indispensable abrirse a enunciar los otros escenarios posibles. Indicamos, por ejemplo, que un crecimiento incipiente de Estado Unidos, una baja reducida de la economía china, una Europa con sus debilidades y la continuidad de la demanda interna eran suficientes para esperar que la economía nacional creciera sobre el 5 % en el 2012. Cuando se presenta el futuro como “un escenario” es indispensable indicar que hay otros posibles y que cada uno de ellos tiene una probabilidad o incertidumbre de que ocurra. No hacerlo induce a dudar de que “el escenario” no sea tal, sino que se presente como un futuro cierto. Este comentario tiene relación, primero, con la proliferación o lluvia de pronósticos para el 2013 que se empiezan a conocer, de manera que sean más explícitos y se eviten los augurios erróneos y, segundo, que se reconozcan cuanto costó reducir en 0,25% la TPM y a qué decisiones indujo mencionar unos planes contingentes, que no fue necesario poner en práctica.

UN ESCENARIO SOBRE LA ACREDITACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR.

La Comisión Nacional de Acreditación (CNA) tiene por función verificar y promover la calidad de las instituciones de educación superior y las carreras y programas que ofrecen. Las informaciones conocidas en los últimos días muestran que ha hecho un escaso aporte a la mejora de la calidad de la enseñanza superior en el país, y queda la sensación de que esta agencia no estaría en condiciones de ser “acreditada”. Se puede decir que en este caso la institucionalidad funcionó, pero de tal calidad que hubiera sido mejor que no lo hubiera hecho. La CNA partió de manera apresurada y no se alcanzó a construir una estructura y una organización suficiente para asumir una responsabilidad de tal magnitud, para un sector que atiende a casi un millón de estudiantes y que emplea enormes recursos económicos. Lo más peligroso viene a continuación, cuando se intente imponer una acreditación obligatoria para todas las universidades del país y para todas sus carreras y programas. Esa es una tarea que posiblemente no se podrá hacer en menos de una década, puesto que no hay suficientes expertos independientes y de excelencia, ni en los partidos políticos ni en toda la población nacional. De ahí que un escenario posible es que hacia el 2025, 2030 o más allá--- se pueda tener una mejora de la educación superior debido a las mejoras que introduzca la acreditación, cuando ya las carreras y los métodos de enseñanza actuales estén completamente superados.