lunes, 31 de agosto de 2015

¿ES POSIBLE EL DESARROLLO ECONÓMICO CON INNOVACIONES MAYORES?

¿ES POSIBLE EL DESARROLLO ECONÓMICO CON INNOVACIONES MAYORES? El desarrollo consiste en el incremento de los bienes y servicios que obtienen una comunidad, en lo posible que esa riqueza se reparta equitativamente, y en democracia. Las naciones que se han desarrollado en las últimas décadas han realizado diferentes acciones, que parecieron al comienzo como quimeras de largo plazo y que han logrado transformarse en indesmentibles. Es posible que parte de sus poblaciones hayan tendido características especiales, pero fueron las innovaciones, es decir, la realización de proyectos que eran nuevos y desconocidos para la mayoría, las que en forma secuencial los llevaron a su desarrollo económico. En 1939 se promulgó la ley que creó la CORFO y con ello vino la industrialización en acero, electricidad, petróleo, remolacha, telecomunicaciones, y otros sectores, que fueron innovaciones de envergadura, con capitales públicos y privados. Luego, surgió una industrialización que terminó por desaparecer al abrir las fronteras a la competencia internacional. Las etapas siguientes han sido mayoritariamente de explotación de los recursos naturales, por empresas públicas y privadas, marchando por caminos separados. No hay duda que en todas estas décadas las empresas públicas y privadas del país han progresado, y han creado las condiciones para que surjan muchas iniciativas para dar impulsos a la innovación, incorporando a cientos de nacionales y de extranjeros para que trabajen sus ideas y sus proyectos en diferentes regiones del país. Y últimamente la Comisión Presidencial, Ciencia para el Desarrollo de Chile ha proporcionado importantes aportes para el futuro desenvolvimiento de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación (CTI). Estos esfuerzos son muy necesarios y muy loables y por eso debe estimularse a todas las empresas y personas que participan en los cientos de proyectos de innovación que están en ejecución. Sin embargo, nuestra contribución, como consultores de empresas, tiene algunas diferencias con lo anterior y que nos parece conveniente presentar como un aporte más al desarrollo de la industria de la innovación, que cobra importancia mundial y nacional. En primer lugar, concebir, que en una fecha futura, se tendrá un país con un desarrollo en CTI, que aproveche las enormes riquezas y oportunidades que el país brinda está sólo en la mente de quienes lo plantean y no tiene que ver con lo que podrá ser el país en el año 2030. El futuro es esencialmente incierto y la interacción de los sucesos futuros pueden conducir a resultados inesperados, tanto superiores como inferiores o muy diferentes a los enunciados por la Comisión. Por lo que sugerimos que se compare ese futuro deseado con los escenarios o Delfos más posibles en CTI en los próximos 5 a 10 quinquenios. En segundo lugar, cada región del mundo tiene características que puede aprovechar para aplicar la CTI, pero, hoy día, considerando que las limitaciones nacionales se hacen cada vez menos importantes para innovar (el lector puede hoy día crear nuevos productos o servicios, en casi cualquier país del mundo y transarlos en otros lugares del mundo sin moverse de su escritorio) y el mercado al que se puede acceder, tanto en productos y servicios para los consumidores o para empresas, es casi inmediato. En tercer lugar, también sabemos que muchos de los proyectos actuales de innovación, si llegan a ser reales y si tienen algún impacto en el desarrollo será un acierto, pero estarán lejos de ayudar al desarrollo económico potencial que ofrece el cambio en CTI que está en proceso en el mundo y al que se puede acceder desde ahora. En cuarto lugar, para que una innovación sea exitosa y contribuya de verdad al desarrollo económico del país debe cumplir varias condiciones, algunas de las cuales enunciamos a modo de ejemplo a continuación : (a) debiera satisfacer un mercado de cientos , miles o millones de empresas y de consumidores, (b) debiera contener tecnologías, en algunos eslabones fundamentales de su cadena de creación de valor, que sean únicas (por lo menos por algún tiempo), debiera tener unos márgenes altísimos y, por lo tanto, generar un enorme flujo de empleo y de utilidades, indispensables para que se pueda seguir innovando en otros proyectos, como muestran las empresas exitosas del mundo. Probablemente cada uno de los más de 100 proyectos “unicornios” (New York Time del 23 de agosto de 2015), según inversionistas, podrían llegar a valer mil millones de dólares en su lanzamiento al mercado. Estos son proyectos sobre educación, drones, tecnologías en salud, en farmacias y diferentes servicios on line. ¿Es este camino una utopía? Puede serlo y las mayores dudas, en general, se centran en el deseo de continuar con empresas que explotan materias primas o productos de márgenes de importancia menor, y que están afectas a los cambios de la demanda externa, a la variación de los costos y de los precios relativos y al valor de las divisas. Y nos parece bien que eso ocurra en el futuro cercano, pero, como anticipamos, el futuro mundial de estas empresas está en un camino de desaparición o de venta a empresas extranjeras, las que con sinceridad no están interesadas en el desarrollo de Chile. No, no están interesadas en nuestro desarrollo (ver el destino de ENDESA y ENERSIS chilenas, que hoy son italianas) y, por eso, el camino más probable es que inexorablemente no conducirá al desarrollo económico del país. En el futuro habría que hacer grandes innovaciones para emprendimientos de tal tamaño que atiendan a la población mundial. ¿Y eso es tan difícil de imaginar? Algunas sugerencias de campos en los cuales sería posible actuar. La medicina es un ejemplo. En el mundo su desarrollo ha estado centrado en la enfermedad, no en la salud. Por eso, acciones en pro de una medicina prospectiva y preventiva, que incluya a la odontología desde el nacimiento, es una solución que hoy día está más a la mano y la sociedad que la logre poner en acción podrá exportarla a la mayor parte del mundo y se lo agradecerán. Esta innovación no saldrá de las aulas de la medicina porque va contra la costumbre, sólo será posible si participan otras profesiones. Otro campo es educación, de todos los niveles, que cambiará de manera fundamental. Los niños a los pocos años podrán aprender diferentes idiomas, experimentar con nuevos instrumentos no imaginados por los mayores, habrá carreras nuevas, más cortas y más largas, y los instrumentos para el aprendizaje y la evaluación serán pequeños aparatos de amplia difusión de manera que el aprendizaje sea rápido, oportuno, permanente, con menos costos y con más actualidad. También habrá cambios en la comercialización de productos y servicios. Cada día en el mundo se venden y se compran billones de productos servicios, y por encima de los 200 mil millones de dólares (casi el PIB anual del país) y para eso las personas tienen que visitar muy diferentes locales o entrar a muchos cientos de páginas en Internet. ¿Cuánto de este recorrido y gasto de tiempo para vendedores y compradores se puede ahorrar con sistemas más eficientes y obteniendo precios más bajos? Y en algo muy conocido como es la construcción. Los espacios cerrados en los cuales las personas nacen, viven, se educan, trabajan, se divierten, hacen deporte, reciben diferentes tipos de servicios son en general insalubres, porque a casi nadie le ha interesado, por ahora, hacer mediciones sistemáticas de temperatura, humedad, bacterias, elementos cancerígenos y gases y pisos y muebles anti accidentes , por eso, muchas de las enfermedades se generan en los espacios cerrados y semi cerrados (a lo que no se escapan muchos edificios dedicados a la salud) en los que habitamos las personas. Y esto es mundial. Además, gran parte de esas construcciones no son anti sísmicas. ¿Se imagina el lector edificios hasta de ocho pisos construidos en madera, de los bosques chilenos, que soporten mejor los sismos y que al emplear cobre antimicrobiano en aquellos elementos de contacto humano sean más saludables? ¿A caso no podría ser una innovación susceptible de venderse en gran parte del mundo? Y hay muchas más oportunidades que se podrían impulsar en el futuro, pero cada día más cercano, para cubrir grandes mercados, emplear a miles de personas, con márgenes enormes y con rentabilidades que hagan de verás un país desarrollado, pero con la modernidad, y no con los argumentos de las materias primas, de valores agregados mínimos y con tecnologías obsoletas o a punto de sucumbir. Pensemos en el desarrollo, pero en lo nuevo, en lo que tiene futuro: en el desarrollo del mundo de este siglo, donde habrá oportunidades para todos los que vivan en esta tierra nuestra, que no será impulsado por los que están cómodos, los viejos de pensamientos, los de ideologías que se quedaron en las consignas decimonónicas los que no quieren que haya cambios para no perder sus privilegios en puestos públicos y privados, en riquezas bien o mal adquiridas, en habilidades donde reina la corrupción y el ladroneo y el aprovechamiento de parentescos y otras relaciones espurias.

martes, 18 de agosto de 2015

¿EQUIVOCACIONES O TEORÍAS CADUCAS?

¿EQUIVOCACIONES O TEORÍAS CADUCAS? Debiera haber preocupación por los equivocados anuncios que se entregan para importantes variables económicas relacionadas con el futuro de la TPM, del PIB y del IPC que sólo se podrán verificar cuando ese futuro sea presente. Existe una equivocación cuando hay una diferencia entre una cifra anticipada, entregada hoy, y la cifra que es real en el mañana. Esto ocurre aun cuando se disponga de importantes recursos e información, de expertos con altas calificaciones, con adecuados medios de comunicación para divulgarlas y con reuniones con dignatarios para comunicarlas. Todo esto no elimina ni aminora el grado de las equivocaciones, ni la gravedad de sus consecuencias, ni la ausencia de críticas. Tampoco se puede esperar que en estas materias las cifras proyectadas coincidan con la realidad futura, puesto que cuando ello ocurre es pura casualidad. En la consultoría a empresas reiteradamente se está anticipando los futuros, con una amplia gama de metodologías para esbozar posibles realidades, de manera de llegar a potenciales hechos y cifras que puedan ser utilizadas para propósitos específicos. Y al mismo tiempo que se anticipan los riesgos que tales hechos y cifras pueden contener, se preparan acciones contingentes para aplicarlas en la medida que la realidad muestre valores que se distancian de los esperados. Vamos ahora estas tres variables: TPM, el PIB y el IPC. La TPM es una cifra, que resulta de una decisión, desde el punto de quien la toma y cuyo objetivo es que produzca unos determinados cambios en las condiciones económicas futuras: nivel económico y precios internos. Sin embargo, para las empresas y las personas que están fuera del círculo de la decisión, la TPM es una variable aleatoria, puesto que su valor futuro es incierto. Por otra parte, el PIB y el IPC son variables aleatorias. Desde enero del 2012 (hace 3 años y medio) se tomó la decisión de empezar a bajar la TPM con el propósito de afectar la inversión, el crecimiento y los precios. En este tiempo no ha mejorado el PIB que desde 2012 y años siguientes ha sido: 5,5%. 4,2% y 1,9%, en franca declinación. Hace 1 año y medio que la TPM es menor que el IPC acumulado, lo cual significa una tasa de interés negativa (que no ha impulsado la inversión) Y para colmo de males el IPC acumulado ha sido en los últimos nueve meses superior al 4%, cuando la mayoría de las anticipaciones realizadas por la autoridad, para este indicador, han estado alrededor del 3%. Nos sorprende que quienes están continuamente trabajando con estas variables pasen por encimas de estas equivocaciones como si no ocurriera nada y nadie se da el trabajo de estimar los volúmenes de recursos que se traspasan entre empresas y personas, en el país, debido a estas equivocaciones y a título totalmente gratuito. Tampoco se ha dado una explicación sobre aquellas variables pertinentes que dejan sorprendidos a los anticipadores, y los hacen revisar “variables inobservables” (sic). También llama la atención: “no debiera sorprender que en el próximo IPOM se produzca una nueva revisión a la baja de nuestra proyección de crecimiento“. ¿Significa suponer que la información que se obtendrá más adelante corroborará ese aserto? Pero si el futuro es incierto. O no se han dado cuanta que todas las diferencias que se han producido en los últimos años son el resultado de los anuncios realizados con la información que en ese momento se tenía. Nunca se tiene la información cierta sobre hechos futuros, como se enseña en la prospectiva. En resumen, se decide una TPM a la baja en un largo periodo que tiene por objetivo que el PIB vuelva a crecer y lo que se produce es lo contrario. Malo, muy malo. Y al mismo tiempo se equivocan cuando por el incremento casi constante del precio del dólar y de la UF se incrementa o se mantiene un alto IPC. Es decir, todo malo. Pero muy malo. Y otra atención: ..”habrá una nueva revisión a la baja de nuestro crecimiento proyectado para el año” ¿quiere decir que eso ocurrirá? Lo complejo de esta aseveración es que en una semana más o en uno o más meses podrían a ocurrir cambios que pueden dejar sorprendidos a los pronosticadores: cambios de crecimiento de China, Brasil, Japón, Unión Europea y otros, precio del petróleo, cobre y de otras materias, belicosidad y límites, cambio climático, estabilidad de gabinetes y de gobiernos, criminalidad, conflictos locales y étnicos, huelgas y manifestaciones masivas, incorporación de Nuevas Tecnologías, retro reformas, irrupción de efectos de las nuevas tecnologías, etc. Algo, mucho o poco de todo esto puede ocurrir en las tiempos que vienen, aun antes de terminar el año y obligará a tomar decisiones sobre la TPM que afectará de forma positiva o negativa al PIB y a la inflación y nos afectará a todos, pero como los que normalmente opinan sobre estos temas lo hacen como si fueran a afectar a seres de otro planeta, nosotros creemos que estos temas afectan a todas las empresas, a todas las personas, y en particular a las de menores ingresos Por lo mismo concluimos que sería mejor que quienes proyecten los principales variables de la economía no sea el Banco Central sino que un ente independiente para que no se tomen decisiones sobre la TPM que luego tienen que ser explicadas porque los errores estuvieron en las estimaciones. No parece prudente que el mismo que proyecta sea el que decida y, con ello, afecte por años a toda la población, con decisiones que definitivamente no condujeron a lo que decía la receta: baja la tasa de interés y en un semestre la economía empieza a responder favorablemente. Esta teoría esta fenecida y lo respalda el caso japonés y el de la Unión Europea, que llevan años con bajo o casi nulo crecimiento, aunque tienen la gracia de que han logrado una magra inflación.

domingo, 12 de abril de 2015

¿DE QUÉ EXPERIENCIA LÍMITE NOS HABLAN?

En el último trimestre el país ha vivido una experiencia límite, o así se desprende de lo que se comenta en todos los círculos nacionales. En los más de 40 años de consultoría a empresas nunca antes vimos una relación tan imprudente entre empresa y política. Los métodos de la administración se basan en un trabajo honesto, productivo, con una alta preocupación por las personas y por unas relaciones responsables con respecto al medio y a los constituyentes. Mucho de esto se estaría dejando de aplicar. Nos queremos detener en tres aspectos atingentes con una mirada desde la administración a esta experiencia límite: (1). La definición del problema, (2) el futuro, según las diferentes soluciones que se apliquen y (2) una visión somera sobre los recursos disponibles en la economía. (1) Para Kepner y Tregoe un problema, real y actual, es la diferencia entre: “lo que ocurre” y “lo que debería ocurrir”. Una vez que está definido el problema se buscan sus causas, que generalmente son cambios que han ocurrido y que han pasado desapercibido o que han sido introducidos por error o por falta de prolijidad o con intencionalidad. Una vez que se identifican las causas se estaría en condiciones de resolver el problema, interviniendo sobre ellas. Y, así, Kepner y Tregoe sigue describiendo su metodología. En este trimestre no se ha definido “el problema”, más bien los diferentes voceros se ha dedicado a confundir, a dar pistas diversas y contradictorias, acusar y condenar, parar y apurar las investigaciones, acotarlas, desviarlas, pedir repensar o cambiar legislaciones, acudir a instancias de hombres y mujeres buenas, y sigue. No se sabe cuántas empresas y políticos debieran investigarse, aunque todos o casi todos los documentos que son susceptibles de ser ideológicamente falsos están debidamente registrados. O sea, el problema no está definido, no hay para cuándo y lo más probable es que se tomen decisiones para “resolverlo” sin nunca haberlo identificado y comprobado sus causas. (2) Con respecto al futuro nos parece que se buscará una solución sin definir el problema y eso significará que se atacará a las consecuencias y no a las causas y, por lo tanto, tendrá que hacerse una gran difusión de las “salidas” para darles el carácter de serias y responsables. Si se “soluciona” el problema de esta manera (como se deduce de algunas propuestas dadas a conocer) las causas permanecerán y se harán presentes en cualquier momento en el futuro, y así hasta nunca acabar. Y lo más grave es que las promesas de cambio sólo serán una ilusión futura, porque las causa seguirán presentes provocando los mismos efectos actuales o muy similares. (3) Por último se puede hacer estimaciones sobre los recursos que han estado disponibles en la economía, que es de donde debieran haber salido los recursos que han dado nacimiento a esta experiencia límite. Hay diferentes fuentes, algunas nacionales y otras extranjeras, de los PIB de cada país, de los presupuestos nacionales y del patrimonio existente localmente. Por ejemplo: el PIB mundial anual en la actualidad se estima en aproximadamente 75 millones de millones de dólares, la suma del PIB nacional entre el año 1990 y el presente se puede estimar en más de 3 millones de millones de dólares, el presupuesto nacional llegaría, para el mismo período, a 1,3 millones de millones de dólares y el patrimonio nacional podría ser muy superior a los 20 millones de millones de dólares. O sea, ha habido muchos recursos disponibles en los últimos 25 años de democracia y, por lo tanto, la experiencia límite no es más que un detalle, que bien se puede resolver sin identificar el problema.

lunes, 23 de marzo de 2015

INCUMBENTES Y MUCHOS OTROS: ¿NO DEBEN PASAR A RETIRO?

Las actitudes y las palabras muchas veces muestran algo muy diferente a lo que en verdad se debe decir. Es común que en relaciones comerciales entre comprador y vendedor, el primero demuestre poco interés, o nulo, por lo que ofrece el vendedor y hasta lo considere innecesario y el segundo, exagere las cualidades de su producto. En la medida que avanza la negociación o el “regateo” se empieza a reconocer por parte del comprador que realmente necesita el producto y por parte del vendedor que su producto tiene menos cualidades. Si fuera por las primeras palabras escuchadas por cada una de estas personas se podría llegar a la conclusión de que para el comprador es mejor postergar la comprar y para el vendedor olvidarse de la venta. Algo de este tipo escuchamos en estas últimas semanas de parte de autoridades, ex autoridades, incumbentes, ex incumbentes, y muchos más. Por ejemplo: “no hay una corrupción generalizada”, “hay que retomar el control”, “los políticos no pueden ser tratados de….”, “se ha construido un nuevo país y no se puede echar por la borda”, “que candidatos declaren su patrimonio”, “se revisarán los niveles de las remuneraciones de ciertos cargos públicos”, “hay que reflexionar sobre el futuro y no detenerse”, “se puede recuperar la sanidad con algunos ajustes”, “esto puede terminar en populismo” y así otras frases similares que buscan minimizar la catástrofe moral y pasar rápidamente a las “soluciones” al tiempo que se desacredita la necesidad de que la comunidad siga pidiendo que se investigue a todas las “empresas y personas” que hayan participado en este atropello a la honestidad. Lo que ha ocurrido hasta aquí es extremadamente complejo y las soluciones rápidas y simples no funcionan, porque primero hay que tener muy bien definido “el problema” antes de estudiar sus causas y sólo conociendo estas últimas se puede intentar diseñar las soluciones, especialmente si es que entre las causas hay cambios culturales. Por eso, volviendo a lo que puede decir un comprador, que inicialmente podría no ser verás, da la impresión que quiere pasar lo más rápido este momento para ver que no lo “sorprendan” porque pudo participar en los momentos en que se estaba incubando este engendro y tal vez no tuvo el valor de denunciarlo y, como se hizo entre amigos y colegas, no le pareció tan horrible, sino más bien familiar. Estos recursos mal usados salen de fuentes nacionales y tal vez extranjeras. Una fuente es el PIB mundial que alcanza a aproximadamente 75 millones de millones de dólares el 2014. Si entramos en el país, la suma de los PIB disponibles en lo últimos 25 años sobre pasan los 3 millones de millones de dólares, en el mismo periodo los presupuestos nacionales sobrepasarían el millón de millones de dólares y el valor del patrimonio nacional actual de seguro que puede superar los 20 millones de millones de dólares. ¿No es posible que parte de estos recursos hayan pasado por las manos de algunos que no quieren que se siga investigando? ¿Qué dirá un trabajador que tiene un ingreso mínimo mensual de $ 225.000?

sábado, 21 de febrero de 2015

¿SEGUIRÁN GOBERNANDO COMO EN SIGLOS PASADOS?

Los asuntos públicos se siguen trabajando como en los tiempos de la pluma y el tintero, aunque hoy día la pluma sea un PC, una Tablet o un teléfono y la tinta sea una impresora de puntos. Una de sus últimas demostraciones se refiere a los cambios mínimos al sistema electoral para los próximos procesos electorales, con nuevo número de titulares y tamaño de territorios, con constitución y afiliación de nuevos partidos políticos, con cuotas por sexo, etc. Es decir, la pluma y el tintero sólo dio para eso, y se perdió la tremenda oportunidad de hacer un uso adecuado e intensivo de las nuevas tecnologías, cuyas aplicaciones surgen por todas partes en el mundo desarrollado, para hacer cambios tendientes a mejorar la eficiencia y la eficacia legislativa, revisar las leyes vigentes según su grado de aplicabilidad y de aplicación, así como las posibles repeticiones o contradicciones, el grado de control de las leyes y su aplicación y sus beneficios, todo esto con el empleo de las nuevas tecnologías que están disponibles a costos relativamente bajos, aparte que permiten una participación ciudadana impensable, instantánea y masiva, y avanzar en ampliar las vida ciudadana, más allá de la limitadísima participación ciudadana en votación cada 3 o 4 años y encuesta mensuales con representaciones ridículas en un mundo donde la mayor parte de la población está comunicada en forma instantánea. Es decir, se perdió la oportunidad de ir muchos pasos adelante, a una actividad más real y amplia que cuando se escribió la última constitución y se introdujeron sus enmiendas. Y estos cambios se pudieron aplicar con menores costos y más eficiencia: (1) trabajo legislativo a distancia 5 días a la semana, donde al mismo tiempo se trabajan en el terreno (2) un mucho mayor número de legisladores comunicados virtualmente y por lo tanto mayor representación y más cabida para partidos marginales, etc. (3) menos costos en salas, en viajes y en cuestiones anexas y con muchos otros costosos beneficios políticos y económicos. Pero perdieron la oportunidad porque siguen trabajando con el tintero y la pluma, aunque algunos se crean modernos porque viajan en coches de alta gama y usan celulares sofisticados. Pero no sólo en la legislación se hacen cosas de maneras que muy pronto quedarán obsoletas, puesto que las nuevas tecnologías están produciendo una erupción fantástica en todos los planos de la vida social e individual, en casi todas las actividades en las que se desenvuelven las instituciones y las personas, en miles de productos y servicios de uso habitual que se simplifican o se hacen más eficientes y a costos mucho menores, salvo lo que están indexados a la UF. Las nuevas tecnologías entrarán en los gobiernos y en la política para hacerlos más eficientes, como están entrando en tantas otras áreas de la vida diaria y sus líderes tendrán que modernizarse para trabajar en el diseño de la nueva educación, la nueva vivienda, la nueva ciudad, el nuevo transporte, la nueva energía, y también en la nueva pobreza, que será una elección que podrán tomar quienes la quieran, la nueva justicia, la nueva contraloría, las nuevas fuerzas armadas, y las nuevas relaciones internacionales. Si no entran pronto en este camino de las nuevas tecnologías, quedarán obsoletos y hundidos en atraso. Es preocupante observar que en la mayoría de los cambios en los que se está trabajando: educación, salud, vivienda, energía, transporte, reclusión, infraestructura, etc. se trabaja como si esos cambios se van a llevar a efecto con los medios tradicionales (pluma y tintero) o cuando más con los medios que se propongan como más adecuados o eficientes en la actualidad, cuando en verdad ¿no sería más adecuado y conveniente pensar en las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías y los nuevos productos y servicios en salud, educación, construcción, diseño, manufactura, transporte, etc. para diseñar y luego aplicar los cambios que hay que realizar? “Las miradas al futuro” que se han realizado en, en el país, en los últimos 4 años aportan muy poco a la modernización de las instituciones, de los proceso y de los productos y servicios, salvo que son señales que muestran posibles futuros, pero no se emplean para modernizar a la sociedad nacional. Nuestra clase dirigente parece creer que no es necesario educarse, ni educar, sobre los cambios que las nuevas tecnologías significan hoy día, ya, para el desarrollo de la sociedad y lo que sin duda será una realidad inapelable en pocos años más. Temas como big data, cloud computing, nanotecnologías, genomía del cáncer, desalinización masiva, drones agrícolas, robots ágiles, inteligencia artificial, realidad virtual, energías renovables inteligentes, y muchos más se desarrollan cada día. Probablemente en su trayecto habrá avances y retrocesos, aciertos y errores, pero el peor error será no avanzar a tiempo y avanzar a una nación medieval.

sábado, 14 de febrero de 2015

¿ES POSIBLE MEJORAR LA ANTICIPACIÓN DE LAS CIFRAS ECONÓMICAS?

Las desviaciones ocurridas entre las cifras económicas anticipadas el año recién pasado y la realidad han sido más que repetidas. Nos referimos a la inversión, la TPM, la inflación, el tipo de cambio o el imacec. Estas anticipaciones son realizadas por diferentes personas ubicadas tanto en el sector público como en el privado con el propósito de ayudar en los diferentes procesos decisionales que realizan las empresas y las personas. Por ejemplo, la encuesta de expectativas económicas (EEE) es uno de esos instrumentos de anticipación, que representa las respuestas de un “selecto grupo de académicos, consultores y ejecutivos o asesores de instituciones financieras.” que muestra que en Diciembre pasado pronosticaron para ese mes una inflación de -0,2 y fue de -0,4, anticiparon una inflación de 0 para enero pasado y fue de +0,1, y en Enero pronosticaron una inflación para ese mes de -0,2 y fue de +0,1. Cuando se revisan las cifras anticipadas de otros indicadores se observa que las desviaciones son similares, siendo muy destacado el continuo y casi permanente cambio del crecimiento del PIB. Mientras algunas lo subían, otras tantas lo bajaban, y no sólo eran cifras originadas por nacionales sino que también por miembros de instituciones extranjeras, y eso porque las desviaciones no sólo ocurren en el país, sino que son una realidad internacional. Hemos insistido que el futuro es incierto y que no existe hasta que ocurre y que por lo tanto hay que ser muy precavido para informar, con la mayor amplitud y profundidad, sobre la incertidumbre que rodea a estas anticipaciones. Tampoco hay que olvidar que cuando una persona es consultada sobre cuál podría ser el valor de una variable en un tiempo futuro su respuesta puede ser muy diferente si es que es “lo que cree que ocurrirá”, si es “lo que lo gustaría que ocurriera”, si es “lo que piensa que creen otras personas”, si es “el resultado de un minucioso estudio sobre variables relacionadas o por posibles cambios en las tendencias” o aun por estudios muy acabados. ¿Cuál es criterio que emplean los encuestados? Finalmente, proponemos algunas mejoras a ser introducidas en materia de anticipación: (1) ser más explícitos en las bases metodológicas usadas por las personas que continuamente hacen anticipaciones sobre cifras económicas, que pueden ser empleadas por los diferentes decisores del ámbito económico y social (2) realizar, aparte de las variadas anticipaciones actuales, un trabajo de escenarios para períodos mayores de 5 y más años para algunas de las variables más relevantes de la futura economía. Por ejemplo, escenarios sobre el crecimiento de la economía en el año 2020 o siguientes sería de ayuda para dar luces sobre si Chile podría o no llegar a ser un país desarrollado en algún momento en el futuro, o si tal estadio será sólo una ilusión, que hemos escuchado desde mediados del siglo pasado. Como consultores hacemos estas recomendaciones sin emitir ninguna boleta de honorarios a cobrar ni al sector público ni al sector privado.