lunes, 14 de noviembre de 2016

EL MIX DEL MOMENTO POLÍTICO MUNDIAL.

El mix del momento político mundial: sorprendidos por preferencias políticas y escenarios equivocados. En los más de 40 años de consultoría no habíamos visto un hecho que causara tanto revuelo noticioso y de expectativas para los países, las empresas y los negocios como ha sido el resultado de la elección en USA. Pero la sorpresa existe, se acrecienta y toma ribetes alarmantes cuando no se reconoce que para tratar los asuntos del futuro hay que estar preparados. Se debe haber estudiado, trabajado y analizado sobre lo que podría ocurrir en el mañana en la economía, en la sociedad, en los negocios o en otros temas que sean de interés para la comunidad. Una manera de anticipar es construir los posibles escenarios que se podrían producir en diferentes momentos futuros y, por lo tanto, al tomar las decisiones diarias vislumbrar en qué tipo de escenario ellas tendrían más posibilidades de éxito y en cuáles no. Y en la medida que va pasando el tiempo ir corrigiendo la decisión en cuanto la realidad o el escenario elegido se aleje del éxito. Las encuestas que se refieren a temas del futuro, como las conocidas en la elección en USA, con sus dos candidatos principales (HC y HT), anticipaban, erróneamente, una gran preferencia por el primero de los candidatos, lo que hizo que los que se inclinaron por ese escenario reforzaran su decisiones por los beneficios que era de esperar en el futuro, o sea, después del 8 de este mes. En este escenario se debían producir determinados hechos que les fueran positivos o muy positivos para sus posiciones y sus respectivas decisiones a tomar. Pero… Muchos se equivocaron. Y lo que sorprende es que algunos analistas, políticos y gobernantes, empresarios e intelectuales estaban tan seguros que el escenario Clinton les sería favorable que, cuando ocurrió lo que su ciega certeza negaba, en vez de reconocer su equivocación se dedicaron a despotricar contra quien había ganado. Más lógico habría sido empezar por: (1) revisar las razones de la equivocación y (2) de qué manera sus modelos decisionales estaban anulados u obsoletos. Muchas de esas personas influyentes se han sentido engañadas, frustradas, desilusionadas, etc. por muy diferentes motivos, pero les habría sido diferente su despertar el 9 de este mes si hubieran pensado que como “nadie” es capaz de anticipar este tipo de futuro con certeza, debían prepararse para que el escenario futuro pudiera ser el triunfo del otro candidato. Y con ello habría podido prepararse para determinar qué hacer en caso que ocurriera un resultado u otro. En todo caso, con anterioridad al día de la elección tuvimos oportunidad de conocer opiniones de importantes personajes nacionales, extranjeros y hasta primeras figuras mundiales, que decían preferir a una opción y decir que la otra opción era propia de un descerebrado mental y que con sus antecedentes y sus dichos, especialmente para con un sexo, lo descalificaban para llegar a ocupar la presidencia de la nación más poderosa del mundo. Dado que el próximo año vamos a elegir presidente de la República y a miembros menores, recomendamos conocer si su candidato es capaz de pensar en escenarios alternativos antes de darle su voto. Si su candidato no es capaz de ello y habla del futuro como seguro: no lo vote, es un peligro, como ha ocurrido con el último mal enunciado “programa de gobierno” que solo tenía un escenario y cuando usaron esa la palabra en el texto fue para referirse básicamente a una certeza. Creyeron que cuando algo se escribe sobre el futuro éste ocurrirá de seguro. Pero lamentablemente eso no ocurrirá casi nunca o nunca. Ningún candidato puede hablar sobre un futuro cierto, eso es inverosímil. No se deje engañar, especialmente en un país donde por décadas hemos impulsado que la autoridad cree una institución, que utilizando los numerosos métodos de anticipación, pueda informar a la población sobre los posibles mundos en los que nos moveremos en 2020 o el 2030, por decir algo. Aunque nos imaginamos que no es una mala respuesta si se es ignorante, arrogante y displicente.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

LAS ENCUESTAS POLITICAS Y SUS ACIERTOS.

Desde hace más de 30 años que hemos estudiado, analizado y auditado encuestas y hemos llegado a la conclusión que cuando se pregunta en cuestiones políticas (o de otra naturaleza) sobre hechos futuros o anticipaciones, sólo por azar las respuestas coincidirán con lo que finalmente ocurre. Las respuestas que dan las personas no se pueden referir a lo que ocurrirá en el futuro porque no lo conocen. Las respuestas se pueden referir a lo que las personas o los expertos encuestados creen que va a ocurrir, a lo que les conviene que ocurra o, por último, dar una respuesta que “los deje bien” delante del encuestador. Lamentablemente las respuestas de este tipo no tiene en si la certeza de lo que ocurrirá y, por lo tanto, lo más seguro es que los resultados no coincidan con lo anticipado. Lo anterior parte de la base de que: “el futuro no existe y es desconocido”: La demostración más clara y rotunda está en lo ocurrido con el resultado de consultas como el Brexit, el plebiscito de paz en Colombia y, ayer, los resultados de la elección presidencial en los Estados Unidos de Norteamérica. Para anticipar hay que tener mucho cuidado y aunque siempre es incierto, hay mejores métodos que las encuestas para hacerlo y, por eso, insistimos que las universidades debieran tener programas de formación superior donde se enfatizará el estudio sobre futuro.