viernes, 26 de enero de 2018

CHILE:¿PAÍS ECONÓMICAMENTE DESARROLLADO?

CHILE:¿PAÍS ECONÓMICAMENTE DESARROLLADO? EXCELENTE NOTICIA. ¿Cómo sería Chile si fuera un país económicamente desarrollado? ¿Puede Ud. ayudarnos a describirlo? ¿Cambiaría su forma de vida y la de su familia en un Chile desarrollado económicamente? 1 El desarrollo de Chile según el programa del gobierno electo. Acogemos con mucho interés el texto del programa de gobierno del presidente electo que dice: “en nuestra capacidad de transformar a Chile en el primer país desarrollado y sin pobreza de América Latina”. Y agrega dicho programa de gobierno que: “Nuestra misión es transformar a Chile en ocho años en un país desarrollado y sin pobreza; y desarrollo es mucho más que crecimiento. Un Chile desarrollado es un Chile más libre, justo, solidario y sustentable, donde todos tengan un espacio para aportar y una justa participación en los beneficios del proyecto, para que todos puedan vivir una vida más plena y feliz junto a sus familias y seres queridos.” 2 Breve historia de las promesas de desarrollo económico de Chile. El compromiso anterior es bienvenido si se cumple. Aunque las personas mayores de 80 años nos dicen que tienen dudas porque vienen escuchando desde su juventud que viviríamos en un país desarrollado en un futuro no muy lejano. Muchos no lo vieron y muchos más no lo verán. Pero sin duda que el desarrollo pretendido en esos años es muy diferente al vigente o a la promesa de desarrollo económico hacia el año 2025. Por la larga historia de promesas no cumplidas de este mítico desarrollo sabemos que, siendo un compromiso político, ha sido un objetivo imposible de cumplir, que se ha ido desdibujando por décadas, y con políticas públicas y emprendimientos privados que más parecieron gustos personales que un digno regalo para toda la comunidad. En esta nota tratamos de describir lo que es un país desarrollado a la luz de aquellos que llegaron hace tiempo a ese estado. Por ejemplo Suiza, que tiene una “sociedad bastante civilizada y que las personas mueren solo de viejas o de alguna enfermedad y que sus registros de natalidad son muy bajos y que tiene una alta proporción de extranjeros residentes”. Lo anterior contrasta con los casi 770 millones de pobres del mundo que vive con menos de un par de dólares diarios y donde no hay garantía de tener un empleo que permita salir de la pobreza. Y esto no sólo ocurre en los países pobres, sino que en Estados Unidos hay 3,2 millones de pobres y otros tantos pobres en países europeos de alto PIB. Estamos en un nuevo siglo, con más recursos, con más deseos de progreso de la población, con nuevas y poderosas tecnologías disponibles, en un país que tiene grandes territorios inexplotados con toda la riqueza que hay en ellos, y con otras condiciones nacionales e internacionales que esperamos faciliten al nuevo gobierno y a los siguientes s a emprender ese desarrollo, que según la Constitución es un derecho asegurado para todas las personas. 3 ¿Qué se puede decir de un país desarrollado? Para efectos de entender mejor en qué consiste vivir en un país desarrollado compare los párrafos siguientes, extraídos de vivencias y de revisión de parte de la literatura, con su propia experiencia de vida en el Chile actual. Se dice que un país es desarrollado cuando la mayoría de la población tiene acceso regular a bienes y servicios para satisfacer sus deseos de bienestar. O que “todo el mundo tiene los mismos derechos y responsabilidades y que es posible que cada uno pueda construir su propia forma de vida”. (¿Estamos en deuda?) En muchos casos se emplean diferentes indicadores para describir a un país desarrollado (cuando se trata de desarrollo económico se habla de PIB - producto interno bruto - o de IPC - ingreso per cápita) pero en términos más amplios el desarrollo se identifica, según el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que elabora las Naciones Unidas, con el PIB, al que se agrega la salud y la educación, y que considera otros importantes factores como los riesgos naturales, la contaminación, la disponibilidad de servicios domiciliarios (luz, agua, retiro de basuras) la biodiversidad, los hábitos de consumo, las libertades, la longevidad, el derecho al emprendimiento, los medios de transporte e infraestructura adecuados. En 2016 según estimaciones de 2017, Chile estaría 38 en el ranking de países según el IDH y sería el segundo país de América, después de Canadá y Estados Unidos. Sin embargo, la posición de Chile estaría en un tercer escalón dentro del mundo. En una sociedad desarrollada económica, social y políticamente nos encontraríamos con un estado de derecho, con igualdad ante la ley, sin mayores parcialidades, sin corrupción ni nepotismo, ni arreglos que favorecen a ningún grupo de interés por cualquier tipo de razones. (¿Estamos en deuda?) La policía debiera estar siempre presente y activa, cercana y disponible dentro de límites adecuados de tiempo, disuasiva para criminales, especialmente para los que reiteran su criminalidad y todo dentro de la ley. Por su parte, la justicia actuaría en forma abierta, con costos mínimos, con acceso a todos por igual y dejando de lado las arbitrariedades, las filtraciones, los privilegios, los “errores sistemáticos o los olvidos pasajeros”, los juicios eternos y las “condenas públicas antes de ser juzgados”, una justicia que debe dar sentencias en plazos acotados y razonables. Una sociedad en la que se pueda confiar que recurrir a la justicia es un beneficio y no una larga e interminables probabilidad de no encontrar soluciones adecuadas en tiempo y condenas. (¿Estamos muy en deuda?) Pero también es cierto que en muchas de esas naciones llamadas desarrolladas hay situaciones que deben mejorarse a comportamientos que son negativos. Por ejemplo, “lanzas y cartereros” hay en lugares turísticos donde se concentran multitudes, pero son ciudades donde no hay grafiti, botar un papel en la calle puede costar una multa cuantiosa y hay personas que duermen en plazas o recodos de las ciudades. ¿Estamos en deuda? Volviendo a lo positivo, se destaca una educación y formación de acceso a todos los que la requieren, moderna de acuerdo con los avances del conocimiento de las ciencias y las artes y de las nuevas tecnologías, de calidad (de esa de la que no se habla por que la mayoría de los adultos no sabe definirla) de acuerdo a la necesidad del desarrollo cultural, económico y social, que disponga de los recursos necesarios para una continua actualización de sus contenidos y métodos, en todos sus niveles. Y de esta manera estar mejor preparados para lo que depara el mercado laboral de los años siguientes. ¿Estamos muy en deuda?) La salud básica y compleja, de alto nivel, con prontitud y cubriendo todo tipo de situaciones, está disponible a costos razonables o gratis, en que se enfatiza la prevención para toda la población y se dispone de mecanismos de seguros públicos y privados accesibles y con una calidad de atención humana. (¿Estamos en deuda?) La vivienda está disponible para todas las personas de acuerdo a padrones mínimos, en espacios urbanizados y donde se tiene acceso a todos los servicios necesarios en la vida actual. (¿Estamos en deuda con millones de ciudadanos?) Las personas tienen múltiples alternativas de trabajo según sus calificaciones, aspiraciones y méritos. (¿Estamos en deuda con millones de ciudadanos?) Un sistema de pensión para las personas que no están en condiciones de vivir de un ingreso del trabajo o propio, con un nivel que se asemeja al que se tenía cuando se era un trabajador activo. (¿Estamos para la para la risa o la tragedia?) Un país donde se dispone de la infraestructura en los servicios públicos para obtener un buen nivel de vida en carreteras, puertos y aeropuertos, suministro de agua, energía, etc. Donde, por ejemplo, la densidad de tránsito de los medios particulares y comerciales esté en consonancia con las vías y los peajes de las mismas. (¿Parece que no estamos muy bien?) Y una vista rápida a las remuneraciones nacionales muestra que según el IPC la renta mensual sería de $ 760.000, que es 2,7 veces el sueldo mínimo ($ 276.000) y si se compara este último con sueldos altos de servidores públicos la proporción es de 1 a 32. Cuando se compara el sueldo mínimo con el IPC de Italia la proporción es de 1 a 6. (¿Seguimos en alta deuda? Hay muchas instituciones y autoridades y expertos que han trabajado en el tema, como Lant Pritchett, de la Universidad de Harvard, que señala, entre otra materias, que el desarrollo se logra como un proceso de modernización que culmina en condiciones tales como que: (1) la economía tiene altos niveles de productividad, dominada por grandes empresas con gestión a cargo de gerentes profesionales, funcionando en diferentes industrias y mercados (2) una política por la cual los ciudadanos constituyen el estado, que es la expresión de sus deseos, con tratamiento por igual a todos los ciudadanos (3) una administración pública que administra sus funciones con personal que se caracteriza por ser reclutado por mérito y que no tiene uniones personales o políticas con la jerarquía y con la aplicación impersonal de las reglas, (4) en lo social, que todos los ciudadanos se perciban a sí mismo y a otros ciudadanos como miembros de la comunidad nacional, (5) en lo político, con un sistema estable, donde las funciones, los controles y los equilibrios se desarrollan en forma correcta y donde la corrupción es inexistente o mínima, (6) con una infraestructura nacional que permite a las personas el acceso a cada lugar del país, donde se necesite llegar, (7) el transporte público está extendido tanto en lo urbano como en lo rural, con medios de transporte modernos y con tiempos razonables de desplazamiento en cualquier momento. (¿Nos falta mucho?) Entre los países más desarrollados están Noruega, Suecia, Alemania, Liechtenstein, Australia, Canadá que tienen un índice alto en IDH y un ingreso per cápita (IPC) también de los más altos del mundo. 4 ¿Lograr un país desarrollado que esté de cara al desarrollo de las ciencias y la tecnología? Estos países se han desarrollados o han llegado al desarrollo por diferentes factores: infraestructura y obras civiles, agricultura, servicios, facilidades fiscales, grandes recursos en minería y otras materias primas, incorporación de capitales extranjeros, etc. pero llegaron al presentes de diferentes maneras. Por ejemplo, Barbados, tiene un alto IPC debido esencialmente al turismo, o algunos países árabes con los IPC más altos del mundo, pero en los cuales muchas libertades civiles están limitadas. Sin embargo en las últimas décadas el desarrollo se ha centrado en las capacidades para producir bienes y servicios para los mercados locales e internacionales y a introducir con celeridad los avances de la ciencia y de la tecnología en diferentes ramas del saber, mejorando la gama de bienes y servicios, ampliándola, haciéndolos más efectivos y a costos que permite que los consuman muchos millones de personas. Para terminar queremos concentrarnos en el PIB para determinar a dónde se podría llegar de ser Chile un país desarrollado el 2025. El año 2016 el PIB de chile alcanzó a los 223 mil millones de euros, con una población de 17,57 millones de habitantes por lo que el IPC es de alrededor de 12.500 Euros, que, al compararlo con unos países desarrollados, se llega a conocer la distancia que hay que recorre para que el país lo sea: Estados Unidos 52.085, Austria 40.400 Alemania 39.500, Japón 36.163, Francia 33.300, Italia 27.700, todos en euros. Llegar, por ejemplo, al nivel de Italia supondría tener un PIB del orden de los 485 mil millones de euros, es decir, 2,17 veces mayor que el actual nacional, y si se quisiera alcanzar en ocho años tendría que crecer nuestro PIB en promedio un 9% al año. En un escenario de país desarrollado probablemente se acumularían grandes capitales en empresas, donde podrían encontrarse unas 10 grandes empresas con capitalizaciones del orden de los 50 mil millones de dólares cada una. Y por qué es tan importante que crezca el PIB, porque es lo único que permite crear condiciones de vida mejores para todos, en particular si se abordan y se resuelven diferentes problemas sociales. 5 Conclusión: No sabemos cómo será el país desarrollado que nos ofrecen. No nos corresponde proponer formas de llegar al desarrollo económico y social del país, porque no sabemos a qué niveles de desarrollo económico y social se ha comprometido el gobierno electo, si es como el de Lituania o de Italia, aunque si nos preguntamos: ¿Qué ha cambiado desde mediados del siglo pasado que hace que se creen las condiciones para llegar a ser un país desarrollado el 2025? ¿Si es necesario hacer cambios nunca antes realizados se tiene la audacia, las dotaciones, los proyectos y los recursos necesarios? ¿Existe los medios regulares para alcanzarlo o hay que realizar cambios de diferente tipo para preparar el camino? ¿No es que se requiere un flujo de recursos que deben venir del exterior para producir los bienes y servicios por encima de los 400 mil millones de euros anuales? ¿Es que hay alguien que ha hecho los cálculos, los planes y encontrado los recursos y las personas sobresalientes y que no han existido en el pasado para hacer ese milagro?

lunes, 1 de enero de 2018

LA POLÍTICA COMO UN NEGOCIO.

La política como un negocio: ¿Es un mercado competitivo nacional una vía para ser un país económicamente desarrollado? El negocio presidencial, los productos o servicios y los consumidores. La campaña presidencial reciente se asemeja a un mercado competitivo, donde los clientes son los votantes y los candidatos (o servicios o productos) serían los negocios. En la primera vuelta se presentaron 8 productos en competencia y se suponía que habría algo más de seis millones de consumidores. En este caso los estudios de mercado daban unas preferencias que sorprendieron a clientes y negocios cuando se supieron los resultados de la venta. Y esto ocurrió simplemente porque ni los encuestadores ni los encuestados podían anticipar con certeza los resultados futuros, dado que el futuro es siempre incierto. Algunos resultados fueron: (1) en la primera vuelta los productos más vendidos fueron los de la izquierda con el 55,43% de los compradores, contra el 44% que compró derecha; (2) con estos resultados el Gobierno y los otros negocios de izquierda deben haber sentido que podían tener más del 50% de los compradores en la segunda vuelta (3) pero que había que hacer una campaña publicitaria en favor de su negocio y una, muy fuerte, en contra del producto derecha, (4) los líderes de esta campaña fueron productos o negocios que quedaron rechazados en la primera vuelta y (5) como resultado final de la segunda vuelta el producto derecha lo compró más del 55% de los consumidores. O sea, aproximadamente un 10% de los compradores finales no entendió, no escucho o no se dio por enterado de la campaña publicitaria que indicaba que no había que comprar la derecha, cuando habían comprado izquierda. Y, por lo tanto, los ideólogos de esa campaña sobre valoraron sus argumentos y apelaciones y hasta ahora no se conoce alguna auditoría que explique porque los consumidores cambiaron tan drásticamente su decisión de compra. En mercados competitivos de esta naturaleza se pueden constatar algunos hechos y no menores: (1) la balanza final, esta vez, se inclinó hacia el negocio contrario al del régimen vigente. ¿Si hubiera ganado la izquierda se habría ido inclinando el país hacia extremos, imitando tiempos pasados? (2) En la primera elección hubo consumidores que adquirieron votos para representantes de izquierda que luego, en la segunda vuelta, cambiaron de dirección ¿Estarán conscientes de lo que vale el poder de compra de aquellos miembros que no fueron “respaldados” en la segunda votación? ¿Es necesaria una buena explicación sobre conducta del consumidor frente a estos servicios? No es extraño hablar de “negocio” en política cuando a esta palabra se la define como “la negación del ocio” y que en lenguaje de empresa se le da a las actividades que generan ingresos monetarios, que incurren en costos para generarlos y en los que se espera que haya un margen positivo. En este caso los ingresos han sido proporcionados por privados más los montos que se pagan por voto o compra recibida y los gastos son los necesarios para producir los ingresos. Este mercado de elecciones se debiera abrir nuevamente en los años 2020 y 2021, por lo cual hay tiempo para preparar los productos, las encuestas, las estrategias, los planes y los recursos y una serie de otras actividades. También constatamos que durante la campaña se soslayó el tema de la corrupción y sus consecuencias económicas. Fueron casi 4 años en que se revelaron diferentes formas de corrupción, de robo, de aprovechamiento al límite del poder, en instituciones civiles y militares. Tampoco se escaparon de delitos graves de colusión de importantes empresas nacionales. O sea, un período con atentados contra la ciudadanía que no pueden olvidarse y que tomaron diferentes formas de negocios “ilícitos” o a los que la mayoría de la población considera deleznable y contra los cuales el nuevo gobierno debiera actuar con el máximo vigor. Los otros negocios de la Nación. Creemos que el nuevo gobierno deberá tener presente hechos como los anteriores y entender que hay negocios legítimos y negocios ilegítimos, y que éstos deben ser perseguidos con prontitud y que sus penas deben ser cuantiosas en dinero y en privación de la libertad, y que se debe seguir lo que establece el Artículo 19 de la Constitución, que está vigente, y que asegura a todas las personas, en su inciso “21°. El derecho a desarrollar cualquiera actividad económica que no sea contraria a la moral, al orden público o a la seguridad nacional, respetando las normas legales que la regulen.” Y que por otra parte señala que “El Estado y sus organismos podrán desarrollar actividades empresariales o participar en ellas sólo si una ley de quórum calificado los autoriza. En tal caso, esas actividades estarán sometidas a la legislación común aplicable a los particulares, sin perjuicio de las excepciones que por motivos justificados establezca la ley, la que deberá ser, asimismo, de quórum calificado;” Por lo tanto, el próximo Gobierno puede hacer mucho para el desarrollo económico especialmente en fomentar el crecimiento de los privados, pues son los que tiene o tenemos la responsabilidad de generar inversiones y desarrollo económico, lo que al parecer olvidaron todos o casi todos entre los años 2014 y 2017 y es de esperar que después de tanto tiempo sin ejercitarlo se recuerde como hacerlo.  Los aportes siguientes para llegar a ser un país desarrollado económicamente. En artículos siguientes seguiremos comentando de qué manera la política, los partidos, el gobierno y otros organismos forman parte del aparato económico nacional y que deben estimular un nivel de crecimiento necesario para llegar a ser en algún momento un país desarrollado. Por eso, es conveniente que cada negocio sea rentable (ingresos superiores a los costos y obtener una rentabilidad aceptable para el capital arriesgado) de manera que crezca su aporte al crecimiento de la economía. También, es necesario resaltar que las recetas tradicionales de crecimiento económico no sirven para llegar a ser un país desarrollado: que tasas de crecimientos del PIB de 3 o 5% anuales son insuficientes y seguir principalmente con explotación de materias primas y del precio del dólar es casi una ingenuidad. El crecimiento verdadero para ser desarrollado procederá de cambios profundos en hacer nuevos negocios nacionales, pero que tendrán que tener una proyección internacional desconocida hasta ahora. Y tenemos dudas que en las actuales condiciones se tengan la voluntad y las capacidades necesarias para arriesgarse a ser “revolucionarios” en la economía nacional.