martes, 19 de abril de 2016

¿POR QUÉ NO INTERESA EL DESARROLLO ECONÓMICO DEL PAÍS?

¿POR QUÉ NO INTERESA EL DESARROLLO ECONÓMICO DEL PAÍS? En el último tiempo han surgido voces que señalan que no es tan importante el desarrollo económico del país, en especial cuando hay grandes diferencias en capitalización y en ingresos corrientes. Nos parece que esas razones responden a la incapacidad de emprender acciones, por parte de los responsables, de producir ese desarrollo. Señores: el desarrollo es una esperanza para toda la población, en especial para los más desposeídos (y casi para todos los demás) puesto que si uno de los poderes del país hace la tarea legítima de redistribuir la riqueza el desarrollo es una bendición. Por eso abogamos que el desarrollo económico es fundamental para llegar a ser un país con una población que alcance niveles de vida compatibles con la modernidad que se puede tener hoy día. Desde hace 3 años que el país no tiene un desarrollo económico adecuado, es decir, sobre el 4 o 5% anual y, por los anuncios realizados dentro como fuera del país, habría que esperar varios años para ello. Nuevamente se está frustrando la propuesta de ser un país desarrollado enunciada, por allá de los años 50 del siglo pasado, por varios mandatarios. Han enunciado, han prometido y no han cumplido. Hemos señalado que desde hace alrededor de una década los bancos centrales y los gobiernos de importantes países y grupos de países han sido incapaces de producir un desarrollo económico adecuado para sus ciudadanos, y la excepción ha sido China y los algunos países proveedores de commodities, hasta que ese gobierno cambio la orientación de su economía. El desarrollo económico es el producto del ahorro, la inversión y el consumo interno y externo y eso no se logra con medidas como una tasa de interés negativa, como lo ha demostrado Japón por décadas y la imitación de la Unión Europea y de Estados Unidos, o con incrementar el gasto del Estado para incrementar el consumo. En el caso particular de Chile, a partir de la constitución reformada del 2005 hay dos elementos que son fundamentales para incorporar en espera de lograr producir el tan anhelado desarrollo. Por un lado, está el principio de subsidiaridad que parte de la base de que las estructura superiores auxiliares actúan en favor de los individuos y de las comunidades menores y que le corresponde de manera principal al Estado. Y por la otra parte está el derecho de los ciudadanos de desarrollar cualquier actividad económica que no sea contraria a la moral, el orden público o la seguridad nacional, que conforman el sector empresarial. Si ninguno de los actores: Estado, Banco Central y Sector Empresarial logra en forma individual o en conjunto formular las estrategias y mover las palancas para incrementar el crecimiento económico del país tendrán que cambiar las ideas, los enfoques, y las estrategias y si todo eso falla en el corto plazo muchos tendrán que hacerse a un lado o ser reemplazos en las elecciones de este año y el próximo. Sin embargo, tener que esperar hasta marzo de 2018 para que se pongan de acuerdo los tres actores, supone hipotecar por casi dos años el camino de la recuperación del crecimientos y que la población tenga un período para el olvido, con muchas ilusiones de desarrollo personal, familiar y nacional derrotados. Por eso, creemos que este es un momento muy importante para trabajar por incrementar el desarrollo económico y dejar de lado otras materias que pueden ser consideradas muy importantes, pero que no pasan de ser perturbadoras y consumidoras de la limitada inteligencia nacional. Postergar los logros del desarrollo nos aleja de la modernidad y del desarrollo mundial, que enfrenta un enorme desafío por la irrupción, sin barreras, de las nuevas tecnologías que dejarán muchos puestos en el pasado.

viernes, 8 de abril de 2016

GOBIERNOS O BANCOS CENTRALES ¿QUIÉN SE HACE CARGO DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO FUTURO?

GOBIERNOS O BANCOS CENTRALES ¿QUIÉN SE HACE CARGO DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO FUTURO? El deseado desarrollo económico de un país es responsabilidad de cada gobierno y, también, del El papel de los bancos centrales. Existen desde hace muchos años (el primero es el de Suecia fundado en 1668) y si bien han tenido cambios a lo largo del tiempo, son instituciones que diseñan y ejecutan la política monetaria de un país o grupo de países. En algunos casos su función principal es mantener la estabilidad de los precios y, por ello, les corresponde el manejo de la tasa de interés y el apoyo de las políticas económicas generales. Por ejemplo, la Reserva Federal (banco central) de Estados Unidos, creado en 1913, proporciona a la nación un sistema monetario y financiero y decide la tasa de interés. Por su parte el banco central europeo, creado en 1998, destaca que su capacidad para crear dinero lo protege de la insolvencia y, por eso, puede operar con un capital negativo, puesto que no podría carecer de dinero ya que es quien lo crea. En consecuencia los bancos centrales tienen funciones de gran importancia e impacto para el funcionamiento de la economía de cada país o grupo de países, así como en la evolución de diferentes e importantes variables: inversión, demanda, divisas, comercio exterior, salarios, empleo, precios, inflación, etc. Información que entregan los bancos centrales. En general entregan informaciones sobre un conjunto de variables, tanto en su evolución histórica como en la estimación de futuros posibles valores del PIB, de la inflación y otras variables. Este proceso decisional se supone que está orientado a dar estabilidad a los precios internos y a facilitar la inversión y el crecimiento de la economía, lo cual tendría efectos positivos sobre el empleo, la demanda, el comercio exterior y otros muchos efectos en diferentes áreas de la economía. Para estos efectos, tienen la autoridad para fijar el precio del dinero, o sea, el valor de la tasa de interés. La información que proporcionan los bancos centrales son del siguiente tipo: (a) se espera que las condiciones económicas evolucionen de manera de garantizar sólo aumentos graduales en la tasa de interés; (b)es probable que la tasa de fondos se mantenga, durante algún tiempo, por debajo de los niveles que se espera que prevalezca en el largo plazo; (c) para determinar el momento y el tamaño de los futuros ajustes al rango objetivo de la tasa, se evaluará y esperará las condiciones económicas en relación con sus objetivos de máximo empleo y de x% de inflación; (d) esta evaluación tendrá en cuenta una amplia gama de información, incluidas las medidas de las condiciones del mercado laboral, los indicadores de la inflación, las presiones y las expectativas de inflación, y las lecturas sobre la evolución financiera nacional e internacional. Es por eso, que es posible que un banco central informe que baja la tasa de interés, y luego se produzca un aumento de la tasa de ocupación y suban los precios, y en otro caso, anuncie una baja de la tasa de interés y luego suba el empleo y baje la inflación. Y así, en diferentes informes de bancos centrales se pueden encontrar declaraciones que son contrapuestas. En otros casos, se aduce que la decisión de bajar, mantener o subir la tasa de interés, que ha estado cercana o cero o negativas desde hace varios años en muchas partes del mundo, se debe a: las turbulencias previsibles sobre la economía mundial, la volatilidad del mercado financiero y el desenvolvimiento más modesto de China y de Europa. Lo que explicaría el bajo crecimiento económico mundial. La decisión sobre la tasa de interés, así como las cifras que anticipan el crecimiento del PIB y la inflación son de enorme importancia para el sector público y el privado. La tasa de interés tiene efecto directo sobre el ahorro y la inversión, la demanda interna y el comercio exterior y por lo tanto en el desarrollo económico. Sin embargo, desde casi una década el desarrollo económico que se logra en los diferentes países del mundo son más bien bajos, lo cual se ha acentuado desde la caída de la demanda de las materias primas (reducción de la tasa de crecimiento económico del régimen totalitario de China); la baja de más del 60% en el precio del petróleo (cambios en tecnologías); la burbuja inmobiliaria China; una comunidad europea de crecimiento bajo y en repetidas crisis y vaivenes desde hace casi una década con una tasa de interés negativa y baja inflación. Este bajo crecimiento muestran que las decisiones que han estado tomando los bancos centrales, que debieran liderar los procesos de crecimientos no están a la altura de las circunstancias y las causas no deben ser fáciles de identificar, pero lo real es que han ayuda poco o muy poco a que el mundo o regiones del mismo crezcan como lo han hecho en el pasado. Si a este estado de cosas se suma los impactos de las nuevas tecnologías en el empleo y en la productividad, y en la necesidad de disponer de personas con mayores cualificaciones el futuro se observa más incierto. Un ejemplo de economía de bajo crecimiento ha sido Japón, que tiene un gobierno que se endeuda enormemente, lo que debería llevar a aumentar la tasa de interés. Y lo que ha ocurrido es que la tasa de interés ha bajado. Y encima cuando sube el empleo al 97% se supone que deberían subir los salarios y de los precios de bienes y servicios y, por lo tanto, aumentar la inflación: lo que tampoco ha ocurrido. Y en todo esto tiene relaciones muy directas con las acciones y decisiones de los bancos centrales especialmente, instituciones donde unos pocos actores toman decisiones que afectan de manera profunda a sus respectivas economías y que al parecer, no tienen contrapeso para los resultados que producen sus decisiones. Sus indecisiones son elocuentes. En diciembre pasado la mayoría de los miembros de la FED (Reserva Federal de Estados Unidos) pensaron que habría cuatro aumentos de las tasas en el año 2016, llevando la tasa desde el rango 0% a 0,25% hasta el rango 0,25% a 0,5%. Ahora, la mayoría de los miembros creen que sólo habrá dos alzas más. Y un miembro piensa que sólo habrá una. Y las razones que dan para estas vacilaciones son, por ejemplo: se subirá la tasa de interés cuando el empleo llegue al 5%, aunque eso está ocurriendo desde octubre del 2015. En el caso nacional, se dijo que se mantenía la TPM (tasa real negativa) por diferentes razones: persistencia de la inflación, expansividad de la política monetaria, resiliencia del mercado laboral, deterioro de las condiciones externas, riesgo a la baja de la actividad, baja del petróleo. Algunas de estas variables deben estar en los modelos y, por lo tanto, estar relacionadas, en cambio otras variables son independientes. Las expresiones más repetidas dicen relación con la entrega de estimaciones sobre algunas variables (controlables y no controlables) las que responden a lo incierto que se considera que es el futuro, como si las estimaciones que hacen se deben a razones especiales, pero no se dan las razones para no estimar los valores que tendrán esas otras variables, que los hacen dudar de variar la tasa de interés. Si por ejemplo, se dice que hay deterioro de las condiciones externas se debería tener una estimación para esa variable y tomar decisiones de acuerdo a ellas. Hace muchos años que los directivos de instituciones y de empresas hacen estimaciones de diferentes variables externas para apoyar sus decisiones, como es natural en el manejo del riesgo. ¿Cuál será el futuro de los bancos centrales? A pesar de todos los esfuerzos que han hecho y están haciendo los bancos centrales para lograr una recuperación de las diferentes economías se llega a la conclusión que sus métodos han sido y están siendo insuficientes. De alguna manera, esta institución va perdiendo fuerza y credibilidad en su acción de ayuda al crecimiento económico y lo que ha ocurrido es un aumento de la masa monetaria que no se emplea en lo que debiera y por más que se bombea dinero, los inversionistas, las empresas, y los consumidores no lo usan para nuevas empresas o producciones. Es decir, los bancos centrales muestran que no son capaces de resolver el problema del crecimiento, ni tienen las herramientas para hacerlo, y no es bueno ni conveniente que sigan recurrentemente tomando decisiones que desde hace años no logran los resultados esperados. Cuál será el papel de los gobiernos? Si los bancos centrales no son capaces de inducir el crecimiento, los gobiernos debieran incrementar sus acciones para cumplir con este propósito, siempre que sus políticas públicas y sus decisiones estuvieran dirigidas en esa dirección. ¿Será esto posible y real cuando desde hace décadas se trata de llevar al desarrollo económico a países emergentes?