sábado, 25 de octubre de 2014

LOS FUNDAMENTOS DE LA EDUCACIÓN DEL NUEVO MILENIO (ENM).

La educación del nuevo milenio (ENM) sigue avanzando con sus cuatro pilares fundamentales: * la duplicación cada año del conocimiento, * el acceso y circulación mundial, a bajo costo, de ese conocimiento, * los avances en los métodos de aprendizaje humano y, finalmente, * la creación de instituciones virtuales globales de administración a distancia (IVGAD) que utilizan una amplia gama de nuevas tecnologías para, por una parte, recolectar los nuevos conocimientos y, por otra parte, distribuirlos globalmente y ponerlos a disposición de los estudiosos. ¿Por qué no se habla de estos avances, cuando se anuncian en forma clara y con señales débiles, todos los días en los medios internacionales de información y en miles de documentos científicos? Diferentes constituyentes muestran sus particulares formas de acercamiento a la ENM. Las instituciones educativas, desde parvularios a postgraduados y sus respectivos constituyentes, siguen empleando los mismos procesos tradicionales de educación a los que incorporan nuevas tecnologías, sin reconocer que la ENM cambia los fundamentos de la educación para todos los estamentos. Los dirigentes nacionales discuten y aprueban caminos tradicionales que tienen poco que ver con un modelo dirigido a la globalización, a una formación constantemente al día, que llegará a ser independiente de las decisiones burocráticas locales, de costos menores y que tendrá un tremendo poder de penetración. Por su parte, las personas carecen de los medios para hacer realidad estos avances y sólo les queda esperar que estén disponibles para poder utilizarlos. Lo curioso de la ENM es que siendo una forma sistemática de poner a disposición de millones de personas más y mejor conocimiento, y habiendo tanta preocupación e interés para que toda la población adquiera un nivel mayor de conocimiento para producir igualdad y acceder a mejores trabajos y remuneraciones, no sea tomada en consideración. Parece que lo que detiene a muchos a iniciar este camino es que el conocimiento más avanzado hace libre a las personas, lo que puede hacerlos peligrosos. Aunque la experiencia reitera cada día que es el conocimiento el elemento más escaso para crear la solución de los problemas de las personas y de la sociedad y si esta se aleja del conocimiento más avanzado se hace más vulnerable, más pobre y más pequeña a nivel mundial y pierde poder para relacionarse con las demás naciones. Este tipo ENM sobrepasará a la educación y se irá expandiendo a otras actividades humanas, por lo que inevitablemente abarcará a la política, a la legislatura y a la justicia y a múltiples sectores económicos y sociales como minería, salud, servicios financieros, pensiones, turismo, y muchos entretenimientos. Y ya empiezan a aparecer emprendedores que están trabajando en la creación de IVGADs, que sortearán los obstáculos y ofrecerán sus servicios a nivel global. En otros artículos habrá antecedentes sobre la evolución de la ENN y sus pilares fundamentales.

miércoles, 15 de octubre de 2014

¿ÉRASE UNA VEZ UNA MATERIA PRIMA NACIONAL?

Las materias primas han sido una importante fuente de ingresos para muchos países del tercer mundo (petróleo, cobre, estaño, litio, gas, etc.) pero también han alejado la incorporación de negocios con mayor valor agregado. Las organizaciones, públicas y privadas, con o sin fines de lucro, que explotan estas riquezas diseñan y aplican estrategias simples o complejas, para que sus actividades “creen valor”, sean competitivas y respondan a los mercados en el mediano y largo plazo. En esta nota se pone el acento en la importancia de la estrategia que es elegida por cada competidor en materias primas y entre las que se encuentran estrategias de: negocio único o múltiples negocios (relacionados o no); crecimiento o consolidación; liderazgo en costos o diferenciación o foco; integración vertical u horizontal; descreme; mercado nacional o mercado global; adquisición o venta de negocios; así como mezclas de las anteriores. La estrategia a seguir la deciden los dueños o los grupos directivos y si una organización tiene varias décadas es porque ha aplicado estrategias que anticipan los mercados y las oportunidades, es líder en costos, está vigente y saludable en lo económico y financiero, ha competido de manera adecuada y ha creado valor para los dueños, públicos y privados. Hay países en los cuales las materias primas las explotan empresas extranjeras, que tienen estrategia, experiencia y los recursos financieros requeridos. A veces estas empresas son de jerarquía internacional, compiten y pagan impuestos. Las materias primas están generalmente sujetas a fuertes variaciones en sus precios, son sensibles a huelgas y a aumento de sueldos, por eso es común que las empresas busquen el liderazgo en costos (procesos, tecnologías, mano de obra, energía, agua, insumos). En períodos de crecimiento lento invierten para incrementar oferta y cuando aumenta la demanda suben los ingresos. A veces se cambia la estrategia para que todo el sector este en una sola organización de carácter público y así obtener todos los beneficios. Esta estrategia genera un alto volumen de recursos para el fisco, aunque no siempre se aumentan los volúmenes y su productividad. Este tipo de empresa pública es propensa a tomar decisiones muy riesgosas en: inversiones o en contratos de ventas amarrados a mediano plazo, en tecnologías atrasadas de alto costo, con gestiones con intereses de corto plazo y politizadas, pérdida de liderazgo en costos, etc. Si cambian las circunstancias, porque aumenta la demanda y no hay suficientes recursos para ampliar la oferta, puede convenir cambiar la estrategia, aceptando que ingresen nuevos participantes, que aporten los recursos y nuevas tecnologías. En muchos casos los nuevos concurrentes son extranjeros, de diferentes tamaños. Bajo esta estrategia, generalmente, se crearán puestos de trabajo y competirán interna y externamente “una empresa nacional” y varias privadas. Por su parte, las competidoras pueden ser importantes productores de materias primas, proveedores de equipos y de tecnologías, que reparten los dividendos en el exterior y reinvierten para crecer y mejorar la productividad. Con el paso del tiempo la estrategia de la empresa nacional y la de las competidoras se empiezan a distanciar. El poder de los competidores internacionales los lleva a ser muy superiores al nacional, por lo que este último se ve impulsado a cambiar su estrategia, y como no tiene excedentes para invertir y crecer, decide recurrir al financiamiento externo o a los ahorros del Estado. Los sectores de materias primas están respaldados por cifras de producción y ventas anuales, precios de mercado, inversiones, costos por toneladas, rentabilidad, etc. Y si es un sector que tiene varias décadas de existencia se dispondrá de los resultados obtenidos según las estrategias aplicadas. A lo largo de esas décadas habrá variaciones en la oferta y en la participación global del país y en la participación de mercado de las empresas del sector. Si al aplicar esta nueva estrategia la empresa nacional baja su participación mundial (por ejemplo menos del 10%) puede que le cueste ser eficiente en costos, frente a empresa dos o tres veces mayores. Es muy posible que las competidoras extranjeras crezcan o se integren y acumulen ventajas competitivas dado su tamaño y que la empresa nacional, a pesar de sus esfuerzos, cada vez tenga una participación menor en el mercado total. En esas condiciones, invertir para aumentar la producción y la productividad puede ser una decisión muy riesgosa, tomada más con un dudoso enfoque de que en el futuro se arreglará lo que las estrategias y las gestiones internas anteriores han demostrado un gran fracaso. Mientras las competidoras, probablemente, han seguido creciendo con gestión adecuada y con desmedro de la participación de la nacional. En la literatura se señala que cada cambio de estrategia tiene sentido cuando: se decide con la anticipación adecuada, se reconoce que dará sus resultados en el futuro y se hagan realidad escenarios posibles y con diferentes rupturas en las tendencias (tecnologías disruptivas, nuevos usos en productos innovadores e invenciones). Una estrategia decidida hoy día para aumentar la participación de mercado, con liderazgo en costos, por medio de grandes inversiones estará plena de incógnitas, que ya ocurrieron en el pasado y que el propietario no supo resolver en su momento y que condujo a la disyuntiva presente. La mayor duda que se produce cuando hay que tomar decisiones de invertir millonarios recursos es de la rentabilidad que producirá en el largo plazo, porque no se conoce cómo se comportará el proyecto en el futuro, cuando no hay costumbre de pensar y anticipar ese largo plazo y lo más trágico, porque no habiendo una estrategia nacional, no hay otros sectores con proyectos que requieran grandes inversiones, que pudieran ser menos riesgosos y con mayor valor agregado. ¿Se imagina el futuro, ahora?

viernes, 10 de octubre de 2014

UN DECLIVE ECONÓMICO IMPRESIONANTE.

Describir un futuro hecho económico, social o político es siempre incierto: puede o no ocurrir. Las personas son libres de anticipar sobre estas materias según les parezca. Pueden anticipar datos que les resultan muy probables, así como, ocurrencias que están en contra de sus mejores antecedentes, pero que entregan una señal evidentemente errónea. Independiente de lo que ocurra con su pronóstico la persona puede ignorarlo cuando ocurra o puede dar una explicación en cuanto a su acierto o no, o, bien, describir hechos que ocurrieron en el intertanto, que desviaron su dato con respecto al real. Esto no tiene importancia cuando la persona y los hechos que anticipa son irrelevantes para la comunidad. Es diferente cuando se anticipa un determinado resultado, con valores absolutos o en rangos, como por ejemplo: que tal política pública producirá una determinada tasa de inversión privada para el año 2017. Este tipo de anticipación debe ser tomada con recelo, porque está negando lo incierto del futuro y de que si bien la política pública puede influir en la inversión privada, en el tiempo que transcurra entre hoy y el 2017 de seguro ocurrirán muchos hechos que puedan producir una tasa muy superior o muy inferior a la anunciada. Lo anterior es obvio, pero no cuando se anticipó, en septiembre de 2013, que la inflación a fines de este año podría ser 2,8% y que el PIB crecería entre un 4 y un 4,5%. Porque hoy día se tiene un IPC acumulado a 12 meses tocando el 5% y se anuncia un PIB a fines año de sólo 2% o menos y con un imacec del mes de agosto que es casi cero. En este caso la anticipación y la realidad difieren substancialmente: es una desviación asombrosa. ¿Se entregará alguna explicación? ¿Por qué se enunció un número o un rango para describir hechos futuros inciertos, sobre elementos que tienen tan fuertes repercusiones en el traspaso de la riqueza nacional? En anteriores artículos se ha enunciado la reiteración de estas desviaciones y se han estimado los cambios de riqueza producido, en pesos, en los dos últimos años en el país, por una parte por: el aumento de los ingresos obtenidos por los exportadores por alza del dólar; la pérdida de poder de compra por la inflación; el aumento de los montos de las deudas hipotecarias; el aumento del valor de las propiedades por el cambio en el nivel de precio, las pérdidas por la no aceptación de depósitos a plazo en UF, etc. Y, por otra parte, por los perjuicios en que incurren las empresas y las personas al aplicar estrategias y tomar decisiones, basadas en proyecciones que al final resultan estar alejadas de la realidad. Estos cambios de riqueza, con las sucesivas rotaciones económicas, en los dos últimos años, parecen no interesar a los pronosticadores, aunque representan decenas de veces más que la reforma tributaria y un fuerte retroceso de la búsqueda de igualdad. Podrá haber muchas razones, y es importante que se conozcan, porque ponen en tela de juicio los métodos usados para anticipar y la credibilidad. Pareciera que toman la economía como una evolución constante destinada “más a redistribuir riqueza que a crearla”. Se exige una muy buena explicación y que no se diga que la inflación es un impacto de una vez, puesto que una vez que ocurre sigue horadando los ingresos en pesos de millones de chilenos.

miércoles, 1 de octubre de 2014

NUEVO MILENIO Y ESTRATEGIA PUBLICA Y PRIVADA.

Centrados en el tumulto diario es difícil darse cuenta que los cambios que se están produciendo en el entorno global conducen a una nueva era, donde se incrementa el conocimiento y su circulación, así como, las tecnologías y los productos y servicios. Es un mundo donde surgen grupos de personas que asumen nuevos roles, organizados, o no, que presionan por intereses y necesidades diferente y en muy distintas direcciones. Quienes están en el tumulto se ven presionados a tomar decisiones que parecían eficaces cuando aún no se las habían aplicado, como el empleo del gasto fiscal para recuperar el crecimiento económico. ¿A caso en la segunda mitad del siglo pasado, en varias oportunidades, y en el 2009 no se quiso recuperar la economía con un gasto de casi 10 mil millones de dólares de las reservas y se logró que la economía se redujera en un 1%? Lo complejo de entender, para quien decide y para quien sufre las consecuencias de esas decisiones, es que gastar en una educación casi obsoleta y carísima o en una salud que ha consumido millonarios recursos para centrarse en las enfermedades y no en la salud de la población, o en viviendas de discutible calidad, es una majadería que se repite año tras año. Estos gastos podrán producir aumentos en la demanda interna y algún empleo, pero serán fugaces porque están fundados en un medio que cada día se aleja del mundo que viene del exterior y al cual el país está tan ampliamente expuesto Se echa de menos una estrategia nacional que oriente el desarrollo del país, en sus principales actividades, que debiera ser de mediano y largo plazo para evitar los vaivenes y los cambios de dirección de cada nuevo gobierno y de sus afanes de cambiarlo todo o de mantenerse inmóviles. Con modestia pensamos que si los resultados económicos del próximo año se alejan de los que se han manifestado y sigue la economía sin remontar, se reincidirá en lo mismo, y alejándose del país desarrollado que como consultores queremos. Los resultados futuros de la economía dependerán de las acciones públicas y de las privadas y serán probablemente mejores si se recapacita y se reconoce que hay que prepararse para un ciclo fundamentalmente diferente, en educación, en salud – no en enfermedades – en vivienda saludable, en bienestar social solidario, en la incorporación de empresas más acordes con el desarrollo global y menos en materias primas de bajo valor agregado y de precios muy variables. Este futuro no sólo sería válido para el país, puesto que estudios recientes indican que una gran cantidad de empresas y servicios públicos y privados, en todas partes del mundo, están al borde de la desaparición. Y una de las causas más posibles está en la escasa preparación que tienen las clases dirigentes para sondear los posibles futuros que enfrentarán sus organizaciones y elegir la acción estratégica más adecuada. Frente a este escenario las instituciones y los ejecutivos tienden a concentrase en el día a día y paralogizarse de actuar en relación a lo debe hacer su organización para sobrevivir en los años que vienen.