lunes, 21 de octubre de 2013
¿NO SERÁ UNA VEZ MÁS: TARDE, COMO OCURRIÓ EN DÉCADAS PASADAS.
Cuando las decisiones nos producen dudas es indispensable hacerse preguntas: ¿Por qué si en enero de 2012 había serias dudas sobre el desempeño de la economía mundial se bajó la TPM en 25 puntos bases y se vuelve a bajar 19 meses después cuando se señala que en el exterior “se ha ido consolidando un escenario de mediano plazo débil”?
Si desde hace dos años se ha dicho que la economía nacional mostraba signos de desaceleración, y en el exterior se habría ido consolidado una economía débil, ¿por qué se mantuvo la TPM durante esos meses? ¿No habría sido lo correcto, con dicho escenario, seguir bajando la TPM desde comienzos del 2012? ¿O es que en realidad no hubo tal desaceleración y fue una medida equivocada? ¿No se llegó tarde ya en esa oportunidad?
¿Por qué ahora se baja la TPM? ¿No habrá una nueva equivocación? ¿Es porque se espera que los signos de los países desarrollados sean de menor demanda? ¿Y no habrá un escenario que insinúa que podría ocurrir lo contrario? Y en ese caso la decisión: ¿no sería muy apresurada y equivocada?
¿No se puede esperar que los países que han tenido la crisis a contar de 2006, quieran volver a niveles de consumo superiores, para resarcirse de sus privaciones, y que los países del Este estén tratando de aumentar sus demandas?
Y finalmente, ¿Cómo se comporta el traspaso de riqueza nacional con cada variación de la TPM? ¿Una TPM más baja no induce a pensar que es un signo de desaceleración y de aumento del riesgo: menores tasas de interés para los ahorrantes – trabajadores - y mayores tasas de interés para los deudores? ¿Quién estima o calcula esos traspasos y se hace responsable de los perjuicios?
Lo que si sabemos que al día siguiente de la citada decisión una institución financiera bajo su tasa de captación.
El futuro o los futuros para la economía no están escritos en piedra sólida, sino no se habría anticipado cambios en el movimiento de la TPM entre el primer, tercer y cuarto trimestre de este año: subirla 50 puntos base - bajarla- y bajarla cien puntos base, respectivamente. Si estos cambios se plantean en menos de un año, no cabe ninguna duda que la primera estimación fue errónea y ¿qué ha cambiado para que la última no lo sea?
Mientras no se sea más transparente en la información de anticipación económica y sólo se use un escenario para hacer las proyecciones, las cuales son solamente incertidumbre, los agentes económicos y todas las personas estarán mal informados para su toma de decisiones y se tenderá a producir traspasos de riquezas de dudosa equidad.
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