lunes, 18 de mayo de 2020

VUELTA A LA NUEVA VIDA DE LA POST PANDEMIA.


La necesidad de anticipar los desafíos y las estrategias de las personas y de las empresas a contar de la reapertura de la economía.

Hasta la fecha el número de contagiados y de recuperados alcanza a poco más de 60 mil personas de una población de alrededor de 19 millones y los números de contagiados son cada día menores, y suponemos que eso va a continuar aunque con algunos altibajos, como ha ocurrido en otras naciones. 

Y, por lo tanto,  como resultado  hasta aquí es que estimamos que la probabilidad de que una persona se haya contagiado es del orden del 0,35%, por lo cual ya nos sentimos que nos salvamos y ahora hay que ir decididamente a la recuperación personal y de las empresas para salir del desastre económico en el que se está.

Un parte importante de las  personas y de las empresas, cercana a un tercio del país, están en una etapa crucial para su futuro inmediato y mediato porque  están viviendo una mediana o fuerte disminución de sus remuneraciones e  ingresos o se les han reducido sus ventas o han tenido que cerrar.

Ahora viene la etapa de reconstrucción y para cada persona o empresa con problemas tendrá que pensar en lo que debe hacer la próxima semana, luego en el próximo mes, anticipar el trimestre que viene trabajando para resolver su propio problema, el problema de sus trabajadores y de sus familiares.

Se puede partir de la base de que la actual crisis económica:
-     - Tiene un costo financiero mundial que  alcanzaría a $ 8,8 billones de US$, (como 40 veces el producto interno anual de Chile) que afecta al mercado nacional y a muchos de los mercados con los que negocian las empresas nacionales.
-       -   Hay miles de desocupados,  la mayoría de los cuales se estima que  no volverá a los cargos que perdieron.
-          -  Hay alrededor de 2 mil millones de estudiantes que se ven afectados.
-      -    Hay miles de pequeñas y medianas  empresas que difícilmente se recuperarán y que proveían o compraban a las grandes nacionales e internacionales

Aunque lo anterior no se observa a los ojos de la mayoría de las personas, porque puede ser una realidad más o menos distante, se une a lo desconocido de las etapas siguientes de la pandemia, de su duración, sus recurrencias  y sus secuelas, lo cual produce miedo en las personas y se señala, en los medios empresariales mundiales,  que paraliza a muchos presidentes, gerentes, profesionales, técnicos y personas en general. Por su parte, otros de estos personajes se afirman en la negación: “que no es necesario un nuevo modelo de vida o  de negocios, nuevos supuestos o nuevas mentalidades, sino que se volverá a las actividades tradicionales y bien conocidas”.

Se dice que, en particular, las personas que vienen de un pasado de éxito, aprenden  de forma violenta lo que es fracasar y eso los hace pensar que todo lo malo pasará y que volverá a ser como antes.

Algunas personas tratan de sacar conclusiones de la crisis financiera del 2008-09 para arremeter en las etapas que vienen. Algo se puede obtener, pero las diferencias son muchas, para empezar ha sido una amenaza a las personas a su salud y a su vida, lo cual no ocurrió en la crisis anterior. Esta crisis tuvo a toda la población del mundo sometida al peligro y al miedo de la enfermedad y de la muerte. Eso no pasó en absoluto en la primera década, para muchas personas esa crisis paso de desapercibida. En esta pandemia los medios de comunicación han sido obsesivos en dar noticias durante gran parte del día  sobre contaminados, recuperados, fallecidos por día y sus variaciones diarias durante más de dos meses. Nada de eso ocurrió entre el 2008-09.

Ahora se ha recurrido al cuidado y al encierro para hacer que aquellos que no se comportan según se ha publicitada (mascarilla, espacio, estornudo, cuarentena, etc.) se comporten de la manera adecuada. Nada de eso en los años 2008-09.
   
Para evitar seguir con otro ciclo de miedo, fracaso y parálisis, las personas no tienen que convertirse en psicoterapeutas de consultorio, pero sí deben abordar la vida emocional propia y la de sus seres cercanos, sea como presidente de una compañía que debe animar a sus altos ejecutivos y a todo el personal, como a un jefe de familia que debe retomar el negocio familiar o reemprender otro negocio que tenía pensado, y desde luego como toda persona que tienen que sacar adelante su propia familia y así mismo.

Y para ello hay que entrenarse para que se reactiven sus capacidades y el pensar en las innovaciones que habrá que hacer, lo cual  es una manera buena e indispensable para revitalizarlos.

Pero se sabe  que estas semanas y meses son momentos de gran incertidumbre con respecto a la empresa: cómo se comportarán sus mercados, sus ingresos y sus costos y  sus deudas y para las personas: ¿recuperaré mi cargo, tendré que buscar algo nuevo, será mejor seguir como independiente?

Y es justamente este futuro cercano y de mediano plazo el que ofrece las mejores oportunidades para innovar, o sino, donde hay que buscar esas oportunidades.

El costo enunciado arriba ya empezó a ocurrir y  hay por lo menos tres tipos de empresas: (a) las de servicios públicos que han seguido funcionando y algunas con demandas crecientes (telecomunicaciones, electricidad, gas, agua, etc.) y  que tendrán ganancias extras, (b) las beneficiadas debido al virus y a los cuarentenas y temas asociados (alimentos, laboratorios, farmacias, medicamentos y equipamiento y algunas de la salud y su prevención, etc.) que son pocas y (c) una gran parte está entre las perdedoras (turismo, hotelería, servicios a las personas, comercio minorista, etc.).

En estos tiempos de dudas e incertidumbre se trabaja mucho con: supuestos, con los valores  y con las actitudes personales  y poco con los datos,  por eso lo que expresa el General James Mattis es significativo: “Tiene que comenzar con los datos. Si sólo puede cuantificar el 10 por ciento del problema en este momento, comience allí. A medida que ingresan más datos, reemplace los supuestos con conocimiento. Y entonces necesitas aplicar tu juicio”.

A partir del pensamiento intersticial, que enseñamos desde hace algunos años,  sabemos que el ordenamiento de empresas, sectores, recursos, empleos, remuneraciones, precios, actuación de los poderes públicos no serán los mismos del año pasado, y a raíz de esos cambios y de los nuevos conocimientos que se producirán las personas aprenderán cuestiones completamente nuevas, de ese nuevo mundo y de esos cambios y si los  aprovechan les darán unas mayores recompensas que las recién pasadas y, desde luego, que las actuales.

Sin miedo, a reiniciar actividades en el nuevo mundo que nos tocará vivir a contar de poco tiempo más, buscando en lo nuevo y en la innovación una forma de vida.



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