martes, 18 de agosto de 2015

¿EQUIVOCACIONES O TEORÍAS CADUCAS?

¿EQUIVOCACIONES O TEORÍAS CADUCAS? Debiera haber preocupación por los equivocados anuncios que se entregan para importantes variables económicas relacionadas con el futuro de la TPM, del PIB y del IPC que sólo se podrán verificar cuando ese futuro sea presente. Existe una equivocación cuando hay una diferencia entre una cifra anticipada, entregada hoy, y la cifra que es real en el mañana. Esto ocurre aun cuando se disponga de importantes recursos e información, de expertos con altas calificaciones, con adecuados medios de comunicación para divulgarlas y con reuniones con dignatarios para comunicarlas. Todo esto no elimina ni aminora el grado de las equivocaciones, ni la gravedad de sus consecuencias, ni la ausencia de críticas. Tampoco se puede esperar que en estas materias las cifras proyectadas coincidan con la realidad futura, puesto que cuando ello ocurre es pura casualidad. En la consultoría a empresas reiteradamente se está anticipando los futuros, con una amplia gama de metodologías para esbozar posibles realidades, de manera de llegar a potenciales hechos y cifras que puedan ser utilizadas para propósitos específicos. Y al mismo tiempo que se anticipan los riesgos que tales hechos y cifras pueden contener, se preparan acciones contingentes para aplicarlas en la medida que la realidad muestre valores que se distancian de los esperados. Vamos ahora estas tres variables: TPM, el PIB y el IPC. La TPM es una cifra, que resulta de una decisión, desde el punto de quien la toma y cuyo objetivo es que produzca unos determinados cambios en las condiciones económicas futuras: nivel económico y precios internos. Sin embargo, para las empresas y las personas que están fuera del círculo de la decisión, la TPM es una variable aleatoria, puesto que su valor futuro es incierto. Por otra parte, el PIB y el IPC son variables aleatorias. Desde enero del 2012 (hace 3 años y medio) se tomó la decisión de empezar a bajar la TPM con el propósito de afectar la inversión, el crecimiento y los precios. En este tiempo no ha mejorado el PIB que desde 2012 y años siguientes ha sido: 5,5%. 4,2% y 1,9%, en franca declinación. Hace 1 año y medio que la TPM es menor que el IPC acumulado, lo cual significa una tasa de interés negativa (que no ha impulsado la inversión) Y para colmo de males el IPC acumulado ha sido en los últimos nueve meses superior al 4%, cuando la mayoría de las anticipaciones realizadas por la autoridad, para este indicador, han estado alrededor del 3%. Nos sorprende que quienes están continuamente trabajando con estas variables pasen por encimas de estas equivocaciones como si no ocurriera nada y nadie se da el trabajo de estimar los volúmenes de recursos que se traspasan entre empresas y personas, en el país, debido a estas equivocaciones y a título totalmente gratuito. Tampoco se ha dado una explicación sobre aquellas variables pertinentes que dejan sorprendidos a los anticipadores, y los hacen revisar “variables inobservables” (sic). También llama la atención: “no debiera sorprender que en el próximo IPOM se produzca una nueva revisión a la baja de nuestra proyección de crecimiento“. ¿Significa suponer que la información que se obtendrá más adelante corroborará ese aserto? Pero si el futuro es incierto. O no se han dado cuanta que todas las diferencias que se han producido en los últimos años son el resultado de los anuncios realizados con la información que en ese momento se tenía. Nunca se tiene la información cierta sobre hechos futuros, como se enseña en la prospectiva. En resumen, se decide una TPM a la baja en un largo periodo que tiene por objetivo que el PIB vuelva a crecer y lo que se produce es lo contrario. Malo, muy malo. Y al mismo tiempo se equivocan cuando por el incremento casi constante del precio del dólar y de la UF se incrementa o se mantiene un alto IPC. Es decir, todo malo. Pero muy malo. Y otra atención: ..”habrá una nueva revisión a la baja de nuestro crecimiento proyectado para el año” ¿quiere decir que eso ocurrirá? Lo complejo de esta aseveración es que en una semana más o en uno o más meses podrían a ocurrir cambios que pueden dejar sorprendidos a los pronosticadores: cambios de crecimiento de China, Brasil, Japón, Unión Europea y otros, precio del petróleo, cobre y de otras materias, belicosidad y límites, cambio climático, estabilidad de gabinetes y de gobiernos, criminalidad, conflictos locales y étnicos, huelgas y manifestaciones masivas, incorporación de Nuevas Tecnologías, retro reformas, irrupción de efectos de las nuevas tecnologías, etc. Algo, mucho o poco de todo esto puede ocurrir en las tiempos que vienen, aun antes de terminar el año y obligará a tomar decisiones sobre la TPM que afectará de forma positiva o negativa al PIB y a la inflación y nos afectará a todos, pero como los que normalmente opinan sobre estos temas lo hacen como si fueran a afectar a seres de otro planeta, nosotros creemos que estos temas afectan a todas las empresas, a todas las personas, y en particular a las de menores ingresos Por lo mismo concluimos que sería mejor que quienes proyecten los principales variables de la economía no sea el Banco Central sino que un ente independiente para que no se tomen decisiones sobre la TPM que luego tienen que ser explicadas porque los errores estuvieron en las estimaciones. No parece prudente que el mismo que proyecta sea el que decida y, con ello, afecte por años a toda la población, con decisiones que definitivamente no condujeron a lo que decía la receta: baja la tasa de interés y en un semestre la economía empieza a responder favorablemente. Esta teoría esta fenecida y lo respalda el caso japonés y el de la Unión Europea, que llevan años con bajo o casi nulo crecimiento, aunque tienen la gracia de que han logrado una magra inflación.

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