viernes, 6 de mayo de 2016

ES URGENTE EL APORTE DEL SECTOR EMPRESARIAL PARA INCREMENTAR EL DESARROLLO ECONÓMICO NACIONAL.

ES URGENTE EL APORTE DEL SECTOR EMPRESARIAL PARA INCREMENTAR EL DESARROLLO ECONÓMICO NACIONAL. El crecimiento económico del país se producen por dos cuestiones básicas: (1) el precio y el volumen de ventas del cobre público y privado y (2) del aporte que haga el resto de las empresas del sector público y privado. El aporte del cobre al crecimiento económico está relacionada con la demanda externa y cómo ella responde a una curva, con respecto a la cual los productores tienen poca o escasa influencia, históricamente las estrategias de las empresas han sido aumentar su capacidad de producción en los tiempos de precio bajo, conseguir costos unitarios menores y, luego, disponer de más oferta cuando se hace escaso y sube su precio. Con respecto al aporte de resto de las empresas, públicas y privadas, si consideran que enfrentarán un futuro de bajo crecimiento económico interno e internacional, también se sentirán invitadas a no invertir en la ampliación de la oferta y a reducir sus gastos y sus costos y a mantener o reducir el personal. Estas reacciones son aparentemente lógicas si se considera que con seguridad el futuro se seguirá comportando como en los últimos semestres o aun peor. Cada empresa tiene la necesidad de anticipar el futuro y en función de los escenarios que le parecen más probables tomarán sus decisiones de invertir o desinvertir, de crecer o decrecer, y en consecuencia a participar o no en el crecimiento de la economía. Hay muchos estudios y opiniones sobre el futuro del crecimiento económico nacional e internacional que señalan que para por lo menos los próximos 3 años el crecimiento se mantendrá bajo, aunque con una leve tendencia a incrementarse. Consideramos que todas estas anticipaciones sobre el crecimiento de la economía nacional e internacional descansan en una visión determinística y cierta del futuro, que es desgraciadamente imposible de probar. Por ejemplo, por más que se tenga las mejores razones para insistir en que la economía tendrá un bajo crecimiento en el corto y mediano plazo futuro, los decisores tienen que considerar que es posible que en ese plazo se den otros escenarios, algunos con poca variación y otros con cambias muy significativos. No se puede olvidar que muchos de los cambios económicos que rompen con las tendencias no se avisan y ocurren en cosa de meses. Por ejemplo: (a) el sector industria nacional desapareció en los comienzos de los setenta, (b) en el año 2000 se redujo dramáticamente el valor de las punto com; (c) hace menos de diez años empresas automovilísticas de Estados Unidos no desaparecieron por la intervención del gobierno, pero si lo hizo gran parte de la construcción; (d) hace dos años bajo el precio del petróleo en pocas semanas y hoy día muchas empresas han quebrado, otras se están reduciendo y hay países que están en crisis. El sector de empresas tradicionales, como son la mayoría de las que funcionan en el país, podrían verse afectados por fuertes cambios en varios frentes, en cuestión de meses. Por ejemplo: (1) que algunas empresas, en diferentes sectores de la economía, apliquen planes para incrementar su participación de mercado, (2) que se introduzcan y sistemas con nuevas tecnologías que afecten a toda o a parte de la cadena de creación de valor de grandes y pequeños competidores, (3) verse forzadas a venderse a extranjeros por carecer del capital y del know-how para modernizar productos o servicios. Estos cambios pueden ser disruptivos y se pueden anticipar en diferentes sectores económicos: financiero (transacciones monetarias directa entre cuentas personas), salud (exámenes y diagnósticos a distancia) , previsión (seguros internacionales) , educación (personalizada y de nivel mundial, con costo mínimo), turismo (variedad de servicios y reducción de costos en diferentes ítems), transporte (flujos por ductos, manufactura con 3D que elimina traslados), vivienda (sustentable, eficiente y saludable, con transformación del mobiliario) , obras públicas (costo cero para incrementar competitividad), comercio (oportuno al consumidor según sus necesidades de tiempo y espacio), agricultura (diferentes superficies, nuevos productos y nuevos usos), minería (automatización de procesos y control del mercado final), etc. Uno de los peligros inminentes ocurre con la oferta de servicios y de productos ofrecidos en redes mundiales o regionales, saltándose a los proveedores locales (como está ocurriendo en parte del mercado norteamericano donde se está vendiendo bencina para autos con entrega a la casa). Y suma y sigue, porque algunos de estos cambios están en ascenso y otros están a la vista. Por eso, independiente del crecimiento que se anticipe para la economía nacional e internacional muchas empresas tienen la posibilidad de invertir ahora, para intentar sobrevivir a los cambios que se avecinan y anticiparse a sus competidores nacionales e internacionales, con el objetivo de aprovechar estas nuevas oportunidades del mercado para crecer dentro y fuera del país. Por todo esto, parecer que el bajo crecimiento de la economía previsto para el corto y mediano plazo es un escenario que se podría cambiar por otro donde, a partir de las estrategias de inversión de muchas empresas, se influya sobre la tasa de crecimiento y por ese camino se obtengan mayores participaciones de mercados. Mantenerse en los productos tradicionales y dejar estacionados los recursos financieros podría no ser la mejor alternativa para sobrevivir en la próxima década.

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