La variación de los precios y de la TPM han sido notables en los últimos dos años, tanto al alza como a la baja. Un precio como la TPM es muy bajo ahora, pero tendrá que subir en algún momento. ¿Cuál es ese momento? Hoy día nos encontramos con una TPM de sólo 0,5 anual, mientras al mismo tiempo un banco de la plaza presta para crédito personal a una tasa de más de 15% anual, es decir, 30 veces más, suponemos por el gran riesgo que se mantiene en la economía. Esta diferencia de precio no es creible en casi ningún mercado, a menos que se tenga un poder monopólico o se tenga un premio por ventajas competitivas insustituibles.
Por otra parte, la incierta situación de las finanzas de USA y la constante debilidad del dólar y el exceso de liquidez de muchos mercados externos puede llevar, más temprano que tarde, a que los precios de productos importados, de los cuales depende la economía interna, suban más allá de lo imaginable. ¿Hasta cuando se va a postergar la decisión de una TPM adecuada, que no incentive un arranque inflacionario, después de tantas decisiones atrasadas en estos mismos dos años?
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