miércoles, 29 de diciembre de 2010

EL MEJOR REGALO PARA EL SIGLO XXl.

Dada la capacidad existente para que exportadores tengan un precio del dólar que satisfaga sus expectativas de costos y de precios, sería recomendable que sobrevivieran solamente los exportadores nacionales que puedan tener unos costos similares a los de la industria del cobre.

Así se evitaría la pérdida de recursos destinados a discutir cuándo intervenir, a qué nivel de precio, cómo hacer reducciones de costos, qué poder del Estado tiene la responsabilidad de tomar acciones, qué se debe hacer para que las AFP inviertan más en el exterior, que las reservas del cobre no se traigan al país, etc. Se dejaría de tener reuniones que no logran entregar medidas específicas.

Los consumidores nacionales podrían adquirir productos y servicios importados a precios reales, sin tener los sobresaltos de intervencionismo en los precios.

Pero además, se podría pagar mejores remuneraciones a las personas al tener márgenes más cercanos a los de la industria rectora de la economía nacional, que da excelentes remuneraciones y premios a su personal cada mes y cada año.

Y, probablemente, seríamos todos desarrollados.

No hay comentarios: