sábado, 20 de diciembre de 2014

¿QUE SORPRESAS NOS ESPERA EL 2015 EN PIB, IPC, TPM Y PRECIOS DE LAS BENCINAS?

¿QUE SORPRESAS NOS ESPERA EL 2015 EN PIB, IPC, TPM Y PRECIOS DE LAS BENCINAS? El desarrollo de los métodos para anticipar hechos y estados, en el corto y en el largo plazo, nos lleva a insistir, por años, en la necesidad de ampliar su uso, de manera de anticipar posibles visiones de la evolución y el desarrollo de nuestro país. Por ahora no se dispone de una autoridad, centro de estudios, universidad o instituto que le interese avanzar en esta materia, y hacer públicos sus hallazgos, por lo que se seguirá recibiendo noticias sobre hechos que ocurrirán en el futuro sin identificar los diferentes contextos en que podrían ocurrir, en poco tiempo más o en muchos años más. Este tema surge debido a que en este año se han sucedido una larga serie de desencuentros entre las estimaciones y las realidades con respecto a cifras económicas: el PIB, el IPC y la TPM. Muchos profesionales y autoridades de instituciones públicas y privadas han anticipado diferentes cifras para estos 3 indicadores, una de ellas ha cambiado el PIB de 2014 desde 3,75-4,75%, en diciembre de 2013, hasta un 1,7% a fines de año, o, sea, una disminución del 60%, mientras que la TPM bajaba, en el mismo tiempo, de 4,5% a 3%, o sea, un 30%. Estas desviaciones no son menores y han significado decisiones equivocadas para empresas y personas y los consiguientes traspasos de riqueza, porque el futuro que se predijo al comienzo no tomó en consideración todos los fenómenos que se producirían en el intertanto, por lo que habría sido mejor describir varios escenarios posibles, los cuales tampoco eliminarían las desviaciones al cumplirse el período, pero advertirían el rango de la incertidumbre esperada. Las ciencias sociales disponen de muchas metodologías, pero no es su superioridad las de la anticipación del futuro y cuando algunos de sus cultores se arrogan la calidad de anticipadores generalmente se equivocan y muchos apelan, luego, a que fueron sorprendidos. Si siempre debieran verse sorprendidos, sea que acierten o no. Y con respecto a la anticipación el “frutero” de la torta lo pone el precio de las bencinas. Hasta abril de este año “nadie” se dio cuenta que podría bajar violentamente el precio del petróleo y por eso se ideo un nuevo método económico para ajustar el precio hasta por $ 5 a la semana. Predecir, con acierto, que el barril de petróleo bajaría de algo más de US$ 100 a cerca de US$ 50 habría parecido insólito y no creíble, pero así fue porque: el futuro es incierto. El efecto de las diferencias de este año ha llevado a una competencia para anticipar, por ejemplo, un PIB más bajo para el 2015, tanto por instituciones nacionales e internacionales, las mismas que se pueden haber equivocado en sus pronósticos en el pasado reciente. Y por eso hay que preguntarse: ¿Qué certeza se puede tener de estas cifras del PIB? ¿Es que acaso han mejorado los métodos con los cuales las autoridades, los profesionales o los informantes han hecho estos nuevos pronósticos? Sería muy bueno saberlo. Pero, ¿No sería posible que ocurrieran otros cambios en la dirección de la producción, el consumo, la inversión extranjera, los precios de las divisas, las tasas de interés, los excedentes por los precios del petróleo, los costos, las ofertas mundiales, etc., que llegaran a producir variaciones del PIB muy diferentes a las anunciadas? Cuando se anticipa sólo un escenario negativo se está simplificando inadecuadamente la incertidumbre, que siempre estará presente cuando se estimen estados futuros. Pero tal vez, hay varias cuestiones graves en la anticipación: (1) creer que hay escenarios ciertos, (2) que hay decisores que los entiendan de esa manera y (3) que se gaste tanto en remuneraciones muy altas para persistir en los errores indicados en esta nota.

No hay comentarios: