A comienzos de 2007 era difícil vaticinar que la inflación sería a fines del año un 56% más alta que el límite superior de la franja propuesta por la autoridad.
Tampoco era imaginable que a contar de septiembre del 2007, y hasta ahora, empezaría a reinar una tasa de política monetaria (TPM) inferior al IPC acumulado a doce meses más, es decir, que la tasa de interés sería inferior a la inflación, alterando fuertemente con ello los intercambios y los flujos económicos dentro del país.
Dentro de este marco la toma de decisiones de gasto, como la de inversión adquiere un carácter más bien extraño, porque se altera la normal relación entre los precios y obliga a la utilización de modelos y criterios más complejos, que probablemente están al alcance de muy pocas personas. Esta situación es tan sorprendente que los pronósticos que presentan la autoridad no consideran la posibilidad que la TPM sea inferior al IPC acumulado.
Esto ya es historia, lo que se avecina para el resto del año es similar a lo recién pasado y para el año 2009 habrá que empezar a prepararse para tener que tomar decisiones de gastos y de inversión con tasa de interés más altas, y en algún momento positivas, lo cual obligará a cambiar nuevamente los modelos de decisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario