viernes, 5 de octubre de 2007

¿CUÁNTO IMAGINAMOS LOS FUTUROS?


Es común dejar de lado algo que se puede hacer más adelante y hacerlo en forma apurada - o no hacerlo - cuando llegue el momento. Es diferente el proceso cuando el algo se hace al borde del límite que cuando no se hace. El presente lo podemos expresar en palabras que buscan describir lo que está ocurriendo, parte de lo cual es real y observable, en cambio cuando describimos un futuro sólo existe en las palabras. Estas son algunas de las cuestiones que hacen dificil para muchas personas pensar en el futuro o en diferentes futuros o en futuros alternativos.

Muy diferentes situaciones encontradas en empresas tienen necesidad de relacionarse con el tipo de futuro en el que se verán actuando, aunque mucho más simple es volver a la toma de decisiones que tiene sentido en la medida que los resultados de esa decisión tendrá efectos en el futuro. En las empresas se toman decisiones de una amplia gama de importancias todos los días, pero no se está trabajandolas sobre la base de las condiciones en las que se desenvolverá la decisión cuando se obtengan sus resultados. Es obvio que plantar frutales para la exportación es una decisión que tiene que ver con la expectativa de unos futuros en los que se espera que los resultados sean adecuados o muy buenos. Los resultados serán buenos dependiendo de los costos de la producción y venta, de los prcios de venta, del las condiciones climáticas, de las demandas de los mercados consumidores, de las ofertas de los productores, de los precios de las divisas, en fin de una amplia gama de variables que dependiendo de su sentido y tendencia llevarán a esos resultados esperados.

Dentro de todas estas variables se obtendrán los resultados anuales y una vez que ocurran ya estaremos en el presente o en el pasado. A lo cual a veces se le destina demasiado timpo en desmedro de pensar en el valor que esas mismas y otras variables tendrán en el futuro