A las fuentes tradicionales de energía se han estado sumando alternativas que podrían ayudar a disponer de una mayor gama de posibilidades, algunas podrían ser generadas con enormes recursos internos renovables y otras se obtendrían de la energía nuclear.
La ecuación simple es que:
"si la demanda de energía crece más que la oferta el precio promedio que paga el consumidor tiende a aumentar, hasta que aparezca una alternativa u oferta nueva con costos y precios de venta también inferiores"
Como la segunda parte de la frase anterior no ha ocurrido en el país en los últimos trimestres, debe ser por lo que se anuncian más alzas en diferentes tipos de energías, especialmente la que se adquiere como electricidad.
A partir de la lectura de una serie de artículos y estudios sobre la energía en el mundo se puede llegar a muchas conclusiones. aquí algunas:
- En muchos países está ocurriendo el fenómeno del retraso de la oferta ante la demanda de energía.
- Se amplia la discusión de los beneficios que trae o traería la ampliación de la matriz de fuentes de energía para cada país.
- Los costos de producción de las actuales y de las nuevas tecnologías para generar unidades de energía varían continuamente y sus proyecciones presentan dificultades a la hora de tomar decisiones que significa asignar importante fondos y con flujos futuros de dudosa ocurrencia.
- En general, se encuentra que los generadores o productores de energía, y en particular los especialistas y profesionales de las diferentes fuentes, tienen sesgos importantes por aquellas que conocen mejor. Lo que parece ser consecuencia de lo complejo de los conocimientos, tecnologías, procesos de puesta en marcha y de mantenimiento que se necesitan para el funcionamiento eficiente una nueva fuente.
En el caso de cumplirse algunas de las situaciones anterior se puede, con facilidad, concluir que en los próximos 5, 10 o 20 años debiera haber una gama más amplia de fuentes de energía en funcionamiento, puesto que ya se están viendo instalaciones que aprovechan el viento, los desechos urbanos, los desechos o subproductos de los bosques, los vegetales y la energía solar.
Cada una de estas nuevas aventuras energéticas presenta costos para el que la estudia y analiza, para el que hace los proyectos, los financia, los pone en marcha y, también, para el que coloca sus productos en los mercados.
Finalmente, si para el futuro más cercano y más lejano se preve un horizonte diferente para la energía ¿no sería posible hacer algún tipo de estudio o trabajo serio para anticipar cómo se podría comportar el mundo energético en esos diferentes momentos?
Si esto fuera posible y se obtuvieran resultados sobre cómo se puede esperar que sean las más probables matrices de energía y sus costos para los consumidores ¿no sería posible evitarse muchos problemas con déficit o superávit de energía, con proyectos más eficientes, con la preparación de técnicos y profesionales acordes con los diferentes desarrollos, especialmente los más probables?
¿O es que todo esto no tiene sentido y hay que seguir haciéndolo de la manera criolla, en que sólo algunos iniciados saben o descubren lo que va a ocurrir con más o menos probabilidades y el resto a pagar el consumo al precio que le exigen?
¿Sería eso transparencia?
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